Es evidente que por la boca muere el pez. A veces quien habla o escribe queda retratado sin darse cuenta porque el inconsciente le cuela una expresión o incluso una palabra que lo desnuda. Hay otra manera, y en este caso la desnudez se produce precisamente cuando se pretende argumentar sobre un asunto, pensando que es a favor pero… Cuando uno lee o escucha estas frases, sea en forma de sentencia que pretende ser coartada, sea como pregunta más o menos retórica, ve que quien habla así se está definiendo. Son frases que no por choteadas son menos trazadoras de la personalidad de quien habla, del tipo «los ateos tienen que entender que hay respetar todas las creencias religiosas», de donde se deduce que no hay por qué respetar a los ateos, cuando salen a colación las escasas denuncias falsas sobre violencia machista mientras docenas de mujeres son asesinadas, o esta, que es un clásico: «Tengo amigos homosexuales y son gente cojonuda».
Y así, muchas más, referidas al racismo, la xenofobia o cualquier otra muralla cerril de los humanos, aunque las que se llevan la palma son las tres que aparecen un día sí y otro también:
* ¿Cuándo se celebra el Día del varón trabajador?
* ¿Por qué tenemos que dar asilo a los refugiados si aquí hay paro?
* ¿Para cuándo el Día del Orgullo Heterosexual?
Si no fuera tan triste lo que tratan de esconder y que sin querer los delata, es para partirse de risa. Pero no, es para llorar.
El contenido de los comentarios a los blogs también es responsabilidad de la persona que los envía. Por todo ello, no podemos garantizar de ninguna manera la exactitud o verosimilitud de los mensajes enviados.
En los comentarios a los blogs no se permite el envío de mensajes de contenido sexista, racista, o que impliquen cualquier otro tipo de discriminación. Tampoco se permitirán mensajes difamatorios, ofensivos, ya sea en palabra o forma, que afecten a la vida privada de otras personas, que supongan amenazas, o cuyos contenidos impliquen la violación de cualquier ley española. Esto incluye los mensajes con contenidos protegidos por derechos de autor, a no ser que la persona que envía el mensaje sea la propietaria de dichos derechos.