¡Que inventen ellos!

einstein 0.JPGCuando se cumplen 100 años de la relatividad general, y a resultas de una semblanza publicada estos días sobre la visita realizada por Einstein a España en 1923, repaso la polémica entre Ortega y Gasset y Unamuno sobre el «que inventen ellos» escrito por el último. Ortega era furiosamente europeísta y Unamuno se debatía en un laberinto en el que llegó a defender que la ciencia estaba matando lo más importante que había dado España, la mística. En ese contexto, don Miguel decía que estaba bien que otros aportaran ciencia que nosotros aportaríamos literatura; en lo más agrio de la polémica (duró de 1906 a 1912) Ortega, a quien por su racionalidad Unamuno asimila al bachiller Sansón Carrasco, llega a equiparar al rector de Salamanca con un loco cervantino que busca la tumba de don Quijote para reverenciarlo. Y con estos mimbres, entre teóricos furibundos, listillos con tendencia a la burla y caciques orgullosos de su cabezonería montaraz, imagino las tertulias cuando el físico alemán visitó Madrid:
einstein 1.JPG-Joven, no entiendo tanto bombo por lo que dice un tipo que ni siquiera sabe peinarse.
-Pues sepa usted, don Raimundo, que los ingleses comprobaron durante un eclipse que lo que él decía sobre la curvatura de la luz es cierto.
-Vaya, qué bonito, lo dice un alemán, lo comprueban los ingleses, y encima este fulano es judío. Como para creerlos, porque no veo que el tal Einstein haya inventado algo que nos sea de provecho.
-Ha formulado una teoría sobre el tiempo y el espacio, dicen que es un genio.
-¿Un genio? Muchacho, aquí no hay más tiempo que el que marcan los relojes ni más espacio que el que reconoce mi erario y mis casas, cortijos, posesiones y regalías en el registro de la propiedad.
-Es que no es ese espacio ni ese tiempo, es otro concepto.
einstein 2.JPG-¿Concepto? ¿Qué diablo es un concepto? Lo único que hacen es inventar palabras. Igual que hace cuatro años cuando vino esa francesa que en realidad es polaca.
-Madame Curie, la única persona que hasta la fecha ha sido galardonada con dos Premios Nobel.
-Como si le dan siete. Decían que descubrió el radio y el polonio. ¡Nada! Les puso nombre, esos materiales han estado ahí desde la creación del mundo.
-Bueno, también está lo de la radiación.
-¿La radiación? Otro cuento chino, cosas que no vemos, esta gente son como los magos que sacan conejos de la chistera. Y eso cuesta dinero.
-Tenga en cuenta que la investigación es fundamental para el progreso.
-Ya estás hablando como Joaquín Costa, Pérez Galdós, ese tal Ortega y Gasset.
-También defiende esas ideas don Santiago Ramón y Cajal, al que los suecos también otorgaron el Premio Nobel.
einstein 3.JPG-Vamos a ver: suecos, ingleses, un judío alemán, una polaca francesa… Europeos, menuda cuadrilla de cuentistas, porque explícame de qué nos sirve que Cajal diga que el cerebro es así o asao. El cerebro es como es.
-Don Raimundo, la medicina salva muchas vidas.
-La gente vive o muere según su designio; ¿o es que Einstein, Curie, Cajal y toda esa caterva de bolcheviques de la Institución Libre de Enseñanza saben más que Dios? Mira, chico, los americanos inventaron la luz eléctrica y aquí alumbra igual que en Nueva York; qué necesidad hay de gastar dinero en inventar. Las cosas serán como siempre han sido.
-Salvo que Dios disponga lo contrario, ¿no, don Raimundo?
-Eso no ocurrirá, puedes estar seguro.
-Ahora soy yo quien le pregunta si usted sabe más que Dios.
-Déjate de filosofías, chaval, España nunca va a cambiar. ¡Nunca!

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