Según la lectura popular de la teoría del caos (que es muy cabal, compleja y profunda en el campo científico), las cosas sucederán en el futuro de una manera imposible de predecir. No se trata de adivinar, sino de tratar de acertar las consecuencias de lo que hacemos en el presente, y según esta lectura sesgada, nadie lo puede garantizar. Me dirán que para tal recado no se necesitan alforjas, pero hay quien afirma haber previsto esto o lo otro, o que lo que ha sucedido hoy ha sido consecuencia prevista de acciones que él, que es muy listo, realizó en el pasado. A toro pasado son legión los que dicen haber anunciado la caída del Muro de Berlín o la actual crisis. Lo primero es directamente mentira, lo segundo puede ser, porque eran tan evidentes los despropósitos que se cometían que hasta un ciego veía venir que más tarde o más temprano el globo explotaría. Incluso creo que los responsables preveían ese futuro estallido, pero dejaron que sucediera porque sabían que también en el desatre masivo iban a hacerse más ricos.
Me ruborizan por reflejo (léase vergüenza ajena) las flores que se echa el presidente de Canarias, arrogándose la supuesta mejora de las condiciones económicas en nuestras islas. En primer lugar, yo no veo esa mejora, y sí me hiere la pobreza que cada día aumenta; en segundo lugar, aunque en verdad estuviera empezando la recuperación, sería por la inercia de la que habla la teoría del caos, no por las acciones del Gobierno de Canarias, que no ha movido una sola ficha salvable (no vale la de echar las culpas a Madrid). En cuanto a Rajoy, más de lo mismo (ruborización por reflejo) porque hace falta tener cuajo para afirmar que las medidas de su gobierno están propiciando la recuperación. Y colijo que es el suyo un gobierno tan eficiente que ha conseguido que también mejore la prima de riesgo para Grecia, Italia y Portugal. Es decir, cuando hay mejoría (si es que la hay, que no lo sé) es por sus acciones, y si la cosa va mal es que la crisis es general, o se le echa la culpa al anterior. Pues, señores presidentes de Canarias y España, aunque no es muy rigurosa, me sigo quedando con la interpretación vulgar de la teoría del caos, porque de ustedes no me creo una sola palabra, incluso cuando se les escape alguna verdad, porque han mentido tanto que mi mente no está entrenada para creer sus sermones de autocomplacencia. Viven ustedes en otro planeta, el de los poderosos, de los cuales son sus más idóneos administradores.
El contenido de los comentarios a los blogs también es responsabilidad de la persona que los envía. Por todo ello, no podemos garantizar de ninguna manera la exactitud o verosimilitud de los mensajes enviados.
En los comentarios a los blogs no se permite el envío de mensajes de contenido sexista, racista, o que impliquen cualquier otro tipo de discriminación. Tampoco se permitirán mensajes difamatorios, ofensivos, ya sea en palabra o forma, que afecten a la vida privada de otras personas, que supongan amenazas, o cuyos contenidos impliquen la violación de cualquier ley española. Esto incluye los mensajes con contenidos protegidos por derechos de autor, a no ser que la persona que envía el mensaje sea la propietaria de dichos derechos.