Me he quedado de piedra al conocer la noticia del fallecimiento de Alfonso O’Shanahan, un escritor que formó parte de dos generaciones, la de Poesía Canaria última y la del Boom narrativo de los años setenta. Era Además un periodista interesado en nuestro quehacer diario como sociedad y en sus últimos años un investigador de la lengua que hablamos en estas islas, hasta el punto de construir un diccionario que es muy conocido.
Pero sobre todo, Alfonso era una buena persona, y le tengo un afecto especial porque fue la primera persona en el mundillo de la cultura que me llamó escritor, apostó por mi primera novela y siempre tuvimos una excelente relación, e incluso compartimos editorial hace unos años. Tengo también un recuerdo especial para él porque siendo yo muy niño conocí a su padre, el eminente doctor don Rafael O’Shanahan, que en una circunstancias muy especiales literalmente me salvó la vida. Por todo ello es para mí un día muy doloroso.
Como es imposible transcribir los sentimientos que ahora mismo me invaden, sólo puedo pensar en su esposa Marta y en sus hijos. Y a modo de homenaje, enlazo con el relato de ficción que evoca a su padre y que publiqué en mis Crónicas del Salitre.
DON RAFAEL.doc
El contenido de los comentarios a los blogs también es responsabilidad de la persona que los envía. Por todo ello, no podemos garantizar de ninguna manera la exactitud o verosimilitud de los mensajes enviados.
En los comentarios a los blogs no se permite el envío de mensajes de contenido sexista, racista, o que impliquen cualquier otro tipo de discriminación. Tampoco se permitirán mensajes difamatorios, ofensivos, ya sea en palabra o forma, que afecten a la vida privada de otras personas, que supongan amenazas, o cuyos contenidos impliquen la violación de cualquier ley española. Esto incluye los mensajes con contenidos protegidos por derechos de autor, a no ser que la persona que envía el mensaje sea la propietaria de dichos derechos.