Pocas cosas se me ocurren que sean más absurdas e inútiles que la guerra. Vemos que hay problemas de todo tipo que mueve a muchas personas de buena voluntad para atajarlas, sean enfermedades, hambrunas o catástrofes naturales. Al mismo tiempo, el ser humano se esmera en crear artefactos destructivo, y los usa para aniquilar a otras personas. Creo que en esto hay acuerdo mayoritario, pero sigue existiendo la guerra.
Esta vez sucede en suelo ucraniano, aunque las consecuencias indirectas llegan a todo el mundo. Por eso hay ONGs que tratan de paliar tanto daño, y personas que no se preguntan las razones de unos y de otros y ponen su mirada y su esfuerzo en quienes sufren.
Esto sucede con con cinco premios Canarias de Artes plásticas Maribel Nazco, Cristino de Vera, Pepe Dámaso, Paco Sánchez y Fernando Álamo, impulsor de la iniciativa. Han donado una obra que se reproduce en 75 carpetas junto a un texto del escritor, también Premio Canarias, Juan Cruz. Es una oferta valiosa e interesante y lo que se recaude irá a socorrer a ucranianos enfermos de cáncer. Será presentado el proyecto el próximo jueves día 2 de junio en la Casa de Colón a las 19:30. Es importante reconocer la colaboración de La Caixa, la Asociación Española de la lucha contra el Cáncer y las entidades culturales Casa de Colón y Fundación Cristino de Vera.
A quienes quieren ser solidarios les sobran debates políticos, se ayuda a seres humanos que sufren, que es la luminosa otra cara de la moneda de la guerra, a cuyos causantes no califico porque no encuentro las palabras que se acomoden a tanta crueldad.
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