TIEMPO LÍQUIDO. Cuando las cosas se hacen bien… (08/06/2020).
Pues también acaba el tiempo líquido, y a partir de ahora haré entradas en el blog sin título genérico, porque hemos entrado en una fase que se parece mucho a la vida real, pero con precauciones. La inmensa mayoría de la gente cumple las normas básicas (lavado de manos, gel hidroalcohólico, mascarilla donde es necesaria y distancia de dos metros), pero el temor está en los despistes y en la negligencia de quienes se creen invulnerables. Da escalofríos ver esos botellones o esas fiestas en casa particulares sin espacio posible para el distanciamiento.
La otra parte son las administraciones públicas. No acabo de entender por qué se empeñan en que Canarias esté en la tercera fase solamente una semana, cuando la idea era que los 14 días previstos al principio servían para saber qué incidencia tenía esa nueva fase en los contagios. Me temo que la economía están haciendo mucha presión, y ojalá acierten, porque un paso atrás, aparte del sufrimiento humano, sería un desastre aún mayor. Y luego hay discusión sobre si están disponibles los medios para afrontar un posible rebrote.
Así que, este nuevo tiempo es un arcano, y ojalá demos los canarios la misma medida que hemos dado hasta ahora. Yo quiero pensar que sí, y para ello se necesita que las administraciones, el empresariado y la gente haga lo que deba hacer en cada momento. Hay que asumir que los actos individuales influyen negativamente en el control de la pandemia. Nadie está blindado, por muy fuerte que se crea, y, además hemos de pensar como sociedad. Aquí no vale el “sálvese quien pueda”. Debemos caminar al mismo paso con los pies en el futuro, y el mejor ejemplo es Nueva Zelanda, que ahora mismo ha conseguido reducir a cero el número de personas con el virus. Ya, ya sé que es otro país y otra mentalidad, pero la advertencia es que, cuando se hacen las cosas bien, salen bien.