Ya se dio un paso más en el desconfinamiento (también es este un palabrón como desescalada) y la verdad es que ayer no vi nada especial en el barrio de Arenales, que es donde vivo. La verdad es que mi zona no está especialmente indicada para hacer deporte, por lo que no vi que pasara nadie en chándal. Fue un día singular por el cumpleaños de mi hijo, y lo celebramos con brindis y tarta a distancia desde la pantalla del ordenador. Sin duda, por las circunstancias, este va a ser un cumpleaños distinto, y queda grabado en la memoria de los afectos con un sello especial.
He hablado muchas veces de las condiciones de trabajo de las camareras de piso en hostelería, más conocidas como las kellys. Está claro que, en estos momentos, es un sector que necesita de todos los apoyos posibles, y es necesario que se tenga una especial sensibilidad con ellas porque es de justicia. Por eso hemos puesto en nuestra ventana un cartel con guantes de limpieza de colores. Vienen tiempos difíciles y es necesario que la sociedad en su conjunto arrime el hombro para tratar de salir adelante. Canarias puede hacerlo, y la demostración es que ya lo ha hecho en otras encrucijadas históricas.
La salida a la ventana, aparte de valorar a quienes están en el tajo (sobre eso hay diversas opiniones) es un momento para conectar con quienes viven en nuestra calle. Sofía y Diego siguen siendo dos luminarias cada atardecer, pero también es curioso cómo se estrechan lazos con personas que veías de lejos y solo sabías que eran de tu barrio por coincidías en la acera. Ahora ya estamos más cerca de Pilar, la vecina del ático, Ana, que vive enfrente, Mapi y su hija Angie, la enfermera, y Octavio y Katy, los padres de los niños. Nos han hecho llegar por WhatsApp las “pinturas” de los menores, que acompaño en la ilustración. Hoy hablamos con Octavio desde nuestra ventana, cuando venía de dar un paseo con Diego, dormido en su mochila portabebé. Es decir, ayer fue un día que tuvo momentos muy intensos. Cumplamos para no retroceder; buena semana en esta nueva fase.
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