Han pasado 65 días desde aquel 14 de marzo, un sábado plomizo en el que se decretó el primer Estado de Alarma y quedamos confinados. Han sido más de dos meses en los que hemos vivido una especie de realidad paralela que siempre pensamos que solo suceden en la ficción. Frente a nuestra casa viven vecinos y vecinas que a veces nos cruzamos por la calle o coincidimos en el estanco o en la farmacia de la esquina. Estos 65 días han servido para que valoremos una sonrisa, una mirada, un saludo, que fue pasando de protocolario a afectuoso. Pilar, Ana, Angie y Mapi ya no son solo vecinas, hemos vivido juntos unos momentos que no vamos a olvidar nunca, y la parte mejor era su presencia.
Y luego Sofía y Diego, dos criaturas preciosas, siempre en brazos de sus padres Katy y Octavio, una pareja joven y alegre, que ponían en su ventana lo mejor que tienen, la inocencia de un niño y una niña que nos insuflaban esperanza. Diego cuenta apenas medio año, pero Sofía ya tiene dos, y está en esa edad en la que nunca te cansas de su inagotable derroche de vida. Quiere saber los nombres de todos, y los usa para llamarnos, pero también está su perro Toba, y nuestra gata de peluche, que nosotros le mostrábamos en correspondencia a sus panderetas, maracas, perritos de madera y muñecas y muñecos que ella exhibía, y que tuvimos que ponerle un nombre de urgencia: Luna. Y tengo que decir que compartir el confinamiento con mi compañera es un regalo, porque ella lo es siempre.
Ayer hubo un aplauso especial a los sanitarios, y como ahora hemos entrado en otra dinámica, este blog ya no puede ser un diario de cuarentena, aunque seguiré aquí, tratando de ser testigo de lo que vean mis ojos. Ahora serán simplemente entradas en mi blog adscrito a Canarias7, que enlazo con mi muro de Facebook y con Twitter. Sigo aquí, y espero que más pronto que tarde podamos dar todos esos abrazos que vamos guardando para cuando llegue el día. Que llegará, seguro. Sigamos las instrucciones y tratemos de sacar lo mejor de nosotros. Gracias por el seguimiento y les espero en la siguiente etapa, que es ya.
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