E-books, libros y otras hierbas
Sabíamos hace quinquenios de la informatización de enciclopedias, de la visualización por magnetoscopio de Las Soledades de Góngora y de la grabación en desfasado microsurco de vinilo de los Veinte poemas de amor y una canción desesperada, de un tal Neruda. Después se vendieron como novedad los libro-cassettes de El Principito en la voz de Adolfo Marsillach o El maestro de esgrima leído por José Sacristán, algo que ya hizo la Disney para que los niños aprendiesen las machadas de Periquito Tragapepes (va sin segundas) y las niñas esperasen un príncipe azul, bajo la supina ignorancia de que los matrimonios morganáticos cuestan siempre una corona ( por lo menos era así en la época del cuento).
Surgen velozmente algunas preguntas: ¿Literatura y libros son sinónimos? ¿Son libros esos artilugios que debieran ser presentados en ferias audiovisuales? Y lo pregunto, no vaya a ser que el libro le haga la competencia al libro. Ya estamos hablando de Internet y del libro digital, otro avance tecnológico que las asociaciones que se dedican a gestionar derechos de autor no saben cómo manejar. Continuar leyendo «E-books, libros y otras hierbas»