Tiempos de sofistas con máquina perversa
Utilizar verdades a medias y argumentos incorrectos es una práctica utilizada para sacar provecho de una situación, justificar un error propio o inducirlo en los demás y siempre con fines interesados. Aristóteles llamó sofistas a quienes utilizaban trampas dialécticas, para tratar de envenenar las palabras, embelesar al que escucha y convertir en fuertes los argumentos insustanciales o incluso falsos. Los sofismas están de moda porque son usados continuamente para enaltecer lo propio o descoyuntar lo ajeno. Se llega al insulto grosero a la inteligencia, porque se repiten razonamientos que son obviamente erróneos que se apoyan en consideraciones cuya falsedad está a la vista de todos. Cuando Rajoy y la gente de su partido dicen que han ganado las elecciones, no mienten del todo, pero lo dejan ahí y a continuación extraen la conclusión que ello les da derecho a gobernar. En una democracia parlamentaria, si no hay una mayoría absoluta, haber sido el partido más votado no convierte a su líder automáticamente en presidente del Gobierno, porque quien lo inviste es el Parlamento representativo que sale de las urnas, no las urnas. Por lo tanto, no hay impostura cuando alguien de un partido que no ha sido el más votado es investido, puesto que así son las reglas mientras no sean cambiadas. Continuar leyendo «Tiempos de sofistas con máquina perversa»