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Parravicini y Baba Vanga nos asistan

Este sería el momento en el que los videntes podrían hacer su agosto aunque sea enero. Me vienen a la memoria dos que murieron en el último cuarto del siglo XX; uno es el pintor y vidente argentino Parravicini, que entraba en trance y dibujaba viñetas que anunciaban el futuro y que llamó «psicografías». Las predicciones eran unas veces ambiguas y que a posteriori pueden ajustarse a hechos ocurridos después, como el ataque a las Torres Gemelas, la Guerra de los seis días o la coexistencia de dos Papas en Roma, que incluso dicen que predijo que el nuevo de los dos sería argentino. zzzzcielo bola.JPGTodo esto es muy discutible, porque esas palabras difusas tal vez pudieran hacernos imaginar otros hechos. Por aquí, a las mujeres con estas supuestas dotes las llamaban «sajorinas», y la más famosa en el planeta del siglo XX fue sin duda la búlgara Vangelia Pandeva Dimitrova, más conocida como Baba Vanga, una mujer iletrada y ciega (vidente e invidente, qué paradoja). Continuar leyendo «Parravicini y Baba Vanga nos asistan»

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Murphy y mi cabreo metafísico

DSCN3744ty.JPGEdward A. Murphy Jr. fue un americano -cómo no- que estableció que si algo puede salir mal, saldrá mal, y que la tostada siempre cae del lado de la mantequilla. Una gran chorrada que ha hecho fortuna y que incluso ha terminado por llamarse la Ley de Murphy. Es como el huevo de Colón, algo que siempre se ha sabido pero que viene alguien y lo eleva a categoría de… bueno, de nada, porque sigue siendo una chorrada. Durante siglos, otros se han puesto profundos, y hablan del destino, de los equilibrios del Universo y, si tiramos de latinajo, pues tenemos el fatum. Continuar leyendo «Murphy y mi cabreo metafísico»

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Homofobia enquistada

Esta referencia viene a cuento de las ideas reaccionarias, que parecen grabadas a fuego en las mentes de muchas personas. Repasando algunas lecturas de documentación para otro trabajo, me he tropezado con el Mariscal Montgomery de paso por el puerto de Las Palmas de Gran Canaria en diciembre de 1959 en ruta desde Sudáfrica. Montgomery era una leyenda militar desde joven. Era él mismo y su opuesto, montyyyç.JPGrebelde e impulsivo al tiempo que estricto; cercano y vanidoso tenía un carisma sobrehumano, que hacía que sus tropas lo siguieran con los ojos cerrados, una especie de Lawrence de Arabia pero siempre con los pies en la tierra. Para los españoles de entonces, él fue quien derrotó a Hitler, y no entró el primero en Berlín porque no lo dejaron. Eisenhower, De Gaulle o Patton eran segundones, y los rusos ni siquiera existían, solo eran comunistas; el líder militar fue Montgomery en la misma medida que el político fue Churchill. Continuar leyendo «Homofobia enquistada»