Cuando en una de sus últimas entrevistas preguntaron a Peter O’Toole si le gustaría llegar a cumplir cien años, él vino a decir que no se lo planteaba porque sabía de antemano que era imposible, que en su profesión solo los pelirrojos tenían posibilidades de alcanzar el siglo, y él era un rubio de manual. Cuando el periodista insistió en lo de la longevidad de los pelirrojos dijo que no era una norma sino una evidencia, y mencionó a Kirk Douglas, Maureen O’Hara y a las actrices Olivia de Havilland y Joan Fontaine, por cierto hermanas enemistadas hasta la muerte. Los dos primeros han sido pelirrojos muy evidentes, pero no sabía que las otras dos lo fueran, pero si Peter O’Toole lo decía sería porque lo sabía. No hay que fiarse de todo lo que vemos en el cine; Rita Hayworth fue publicitada en Gilda como la pelirroja más llamativa, y es que le tiñeron de rojo su pelo castaño y así quedó para siempre, asunto que no entiendo muy bien puesto que la película era en blanco y negro. Por eso, que Joan Fontaine fuese siempre rubia en el cine y Olivia de Havilland castaña puede ser un efecto de peluquería, pues para pelirrojas ya estaban Maureen O’Hara y Virginia Mayo. El caso es que el año pasado falleció Joan Fontaine y ahora acaba de irse Maureen O’Hara, ambas sin haber alcanzado la centuria, aunque poco les faltó. De los cuatro de Peter O’Toole quedan el viejo Kirk y la inagotable Olivia, última superviviente del reparto de Lo que el viento se llevó, que en julio próximo cumplirá cien años, y unos meses después lo hará el protagonista de Espartaco. De Maureen O’Hara basta decir el nombre, es única, fuerte y sensual, delicada y a la vez agreste, una mujer muy especial y una actriz extraordinaria. John Wayne, con el que rodó El hombre tranquilo y otra media docena de cintas, dijo que solía preferir la compañía masculina, salvo la de ella. «Es que Maureen es un gran tipo» afirmó el Duke.
Un comentario en “Maureen O’Hara era un gran tipo”
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Y yo que suponía que me quedaran unos años. Entre los poetas malditos y los actores pelirrojos, casi mejor nos bandeamos por el centro.