«Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles». (Bertol Brecht).
Estoy convencido de quienes tengan un poco de sensibilidad humana y social sentirán hoy un dolor personal por la muerte de Pedro Zerolo. Se llenarán muchos espacios en todos los medios y en las redes sociales y se dirán palabras que serán sinceras, y seguramente destacarán su incansable lucha por los derechos de quienes viven una vida sexual diferente a lo que los siglos, las religiones y las sociedades han considerado y siguen considerando «normal». Muchos han dado el pésame a la familia socialista, pero eso sería reducir su figura; era socialista, sí, pero hoy la Parca se lo ha arrabatado a toda una sociedad necesitada de referentes éticos como él. Es verdad que Pedro Zerolo combatió a brazo partido por sus ideas, pero su trayectoria es mucho más universal, su lucha siempre fue por los derechos de las minorías, aquellas personas que por su color de piel, procedencia o cualquier otra diferencia son marginadas en la realidad aunque a menudo no lo estén en las leyes. Una de sus batallas fue la de crear esas leyes, la otra y más importante fue la de tratar de que la realidad fuese un espejo de esas normas. Estuvo en todas las luchas por la igualdad de la mujer (nunca he entendido porque a las mujeres las llaman minoría), y en cualquier frente en el que la injusticia establece límites: la pobreza, el abuso, el olvido. La fuerza que tenía su entusiasmo y la convicción que derramaban sus palabras lo hacían un hombre vital, alguien en quien confiar porque siempre tuvo claro que por encima de cualquier otra consideración estaban las personas. Creo que es de justicia poner su nombre en el cuadro de honor de quienes dedicaron su vida a la convivencia entre seres humanos diferentes (todos somos diferentes), con las ideas como arma, junto a Rosa Luxemburgo, Martin Luther King, Simone Veill, Victoria Kent y tantas personas imprescindibles en la evolución del pensamiento, personas de palabra y de acción. Siempre estuvo en su sitio y hasta en sus horas más duras tuvo una sonrisa para invitar a la vida. Es inolvidable porque cada vez que percibamos la existencia de un avance recordaremos que fue un escalón fundamental en este largo camino hacia la justicia y la igualdad. Descanse en paz Pedro Zerolo, uno de los canarios más luminosos de nuestro tiempo, un hombre de los imprescindibles de Bertol Brecht.
El contenido de los comentarios a los blogs también es responsabilidad de la persona que los envía. Por todo ello, no podemos garantizar de ninguna manera la exactitud o verosimilitud de los mensajes enviados.
En los comentarios a los blogs no se permite el envío de mensajes de contenido sexista, racista, o que impliquen cualquier otro tipo de discriminación. Tampoco se permitirán mensajes difamatorios, ofensivos, ya sea en palabra o forma, que afecten a la vida privada de otras personas, que supongan amenazas, o cuyos contenidos impliquen la violación de cualquier ley española. Esto incluye los mensajes con contenidos protegidos por derechos de autor, a no ser que la persona que envía el mensaje sea la propietaria de dichos derechos.