Magos, trileros y malabaristas

Durante este año van a celebrarse en España cuatro procesos electorales, de los cuales a Canarias conciernen dos, en primavera y en otoño. Desde que en 1993 saltó por los aires el famoso «Pacto de Hormigón» PSOE-AICs, Canarias, en casi todas sus circunscripciones, es una mesa de tres patas: PP, PSOE y CC (que nació justamente ese año de referencia). Se podría hablar de otras siglas combinables en algunos lugares, y hay algunos cabildos o municipios en los que irrumpe una cuarta fuerza; pero son contados, la lectura general es que, salvo mayorías absolutas (que tampoco abundan), la cosa se aguanta juntando dos de las tres patas, que generalmente suman una mayoría para gobernar. Dependiendo de enemistades, presiones o talantes, los gobiernos se conforman unas veces con unos y otras con el que ayer era oposición, y si miramos los resultados habidos en sucesivas convocatorias, en las elecciones al Parlamento de Canarias, no es raro que la fuerza más votada se quede en la oposición.
Este juego de trileros (son -o eran- tres) lo ha manejado como nadie Coalición Canaria, que tiene su centro de gravedad en los diputados por Tenerife, y si volvemos a revisar los números veremos que esta fuerza ha hecho magia electoral para alcanzar el poder, porque con una aportación parlamentaria de seis o siete diputados ha logrado controlar al resto de CC, y con esta potencia añadida un Parlamento en el que 31 son mayoría necesaria, en un hábil juego de matrioskas rusas que eleva a los trileros a la categoría de Anthony Gatto, aclamado como el supermalabarista mejor del mundo.
zzDSCN4661.JPGDicen que los tiempos han cambiado, y que otras marcas ya asentadas y alguna de nuevo cuño pueden cambiar la relación de fuerzas parlamentarias, más en Madrid que en Canarias, porque en las encuestas que veo dos de las tres de siempre siguen sumando 31. Y entra Podemos con enorme tirón, al menos mediático y sociológico, y la crítica que se le hace en Canarias es que no tiene programa definido y es una ensalada de ideologías. Tampoco es novedad, Coalición Canaria nunca ha tenido una línea definida a pesar de que en los medios estatales la califiquen de nacionalista, porque fue creada con la confluencia de comunistas con sordina, nacionalistas de izquierda (la cuadratura del círculo), nacionalista a secas, insularistas, conservadores, asamblearios, rebotados del suarismo de UCD y CDS… Como dice la frase popular, en la variedad está el gusto.
Y lo más triste es que ninguna de las fuerzas citadas tiene un proyecto global para Canarias. Ni siquiera digo que sea de esta manera o de la otra, simplemente un proyecto serio y coherente. Los debates tienen que ver con la elección de candidaturas, el modo de hacerlo, lapidaciones varias ¿por sus adversarios políticos? No, por sus compañeros de partido. Está muy bien que se debata si esta o aquel, si primarias o digitales, si… Ni siquiera se entra en lo importante del sistema que es la representatividad proporcional (aunque sea corregida) o en las listas abiertas. Pero en la tesitura de casi emergencia humanitaria que vivimos, incluso es secundario el sistema lectoral, quiénes sean los candidatos o cómo se elijan; si no hay proyecto es humo de pajas. Y tengo noticias frescas: las líneas de bajo coste han suspendido sus vuelos con el Olimpo; por ello los dioses no han enviado este año portadores de verdades absolutas y soluciones mágicas. Así que quienes se presenten como tales…

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