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2014-2015, recuentos y profecías

zzzzzzzzzzzzzzzzzzFoto0321.JPGCada vez que acaba un año se producen los recuentos y las profecías. Los primeros suelen ser parciales e interesados porque la memoria es tornadiza, y siempre damos más importancia a lo que nos afecta personalmente. Es humano. El año que ahora nos deja ha sido uno más de los siete de las vacas flacas que José anunció al faraón en el Génesis, y nada parece indicar que las vacas vayan a engordar. Las profecías en general tienen las patas muy cortas, porque siempre nos recuerdan las que se cumplieron, pero las otras quedan en ese vacío de la débil memoria. Resulta curioso ver cómo distintas fuentes adivinatorias predicen resultados diferentes para una misma cosa. Solo aciertan cuando hablan de ambigüedades. Ahora anuncian todos que 2015 va a ser un año agitado, de grandes cambios en España; hombre, con dos procesos electorales en puertas (quién sabe si alguno más), un reinado que está en sus inicios y la maraña que hay sobre las mesas de los jueces instructores, hasta el tonto del pueblo está en condiciones de predecir cambios y que va a ser un año agitado, sabiendo que la palabra agitación se aplica en distintos grados, con lo que es seguro que esta profecía va a cumplirse. Queda la esperanza, no en que todo se arregle por sí mismo (eso nunca sucede), sino en que haya luz, cordura y empuje en todos nosotros, y especialmente en las personas que asumen liderazgos. Y también nos queda la palabra, como diría Blas de Otero. Y eso es lo que deseo colectivamente, y la mayor ventura personal en 2015 y siempre para aquellas personas que suelen acercarse a este post. Los recuentos y las profecías no me interesan, pero creo en la buena gente que mira hacia adelante y profetiza cada instante con sus propias manos. Esa es la luz que realmente alumbra.

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Obleas como panes

Don Mariano Rajoy: Es mentira que haya aumentado el empleo, se trabajan menos horas y más repartidas con salarios criminales.
Don Artur Mas: Lo que pasa en Cataluña es exactamente lo mismo que ocurre en toda España, que los gobernantes, usted también, solo piensan en las grandes corporaciones que los sostienen, en su permanencia en el poder y en sí mismos, aunque se hunda la sociedad y hasta su propio partido. Así que no me venga con victimismos.
IMG_0367.JPGDon Paulino Rivero: Que usted acuda a todas las romerías vestido al uso tradicional está visto que no funciona. Pruebe a ver si vestido astronauta se reduce ese 33% de desempleo que asola Canarias.
Don Pedro Sánchez: Cada día me cuesta más entender qué es exactamente lo que usted propone.
Don Cristóbal Montoro: Resulta muy cómico, patético y esperpéntico que suba el salario mínimo 0,5% y las pensiones 0,25%. Supongo que no pretenderá que aplaudamos mientras sus presupuestos destruyen la educación, los servicios sociales y la sanidad hasta jugar con la vida de los pacientes. Ah, que va a privatizarlo. Entiendo.
Doña Susana Díaz: ¿A qué juega usted? Es solo por saber y eso.
Don Pablo Iglesias: Me imagino que sabrá usted que nuestro rico refranero dice que no es lo mismo predicar que dar trigo.
Doña Rosa Díez, don Albert Rivera, doña Patricia Hernández: Dejen de repetirse, por favor, ya cansan.
Don Alberto Garzón: Aclárese, hombre, que el tiempo corre.
Dones y doñas varios y varias: Solo por asegurarme ¿saben qué significan conceptos como interés general, protección a los más desfavorecidos, servicio a los demás, respeto a la voluntad popular y cosillas de esas que ustedes u otros como ustedes han escrito en La Constitución? ¿Se acuerdan de que había que parar los deshaucios injustos, reformar la Constitución, transparentar de verdad la gestión pública, perseguir y prevenir la corrupción, fortalecer los aparatos judiciales, proteger a la infancia…? Ya, que se han despistado. Vaya por Dios.
Por cierto, don Luis de Guindos, ¿vive usted todavía?

Y como lo Cortés no quita lo Atahualpa, a todos y a todas,
¡que tengan un buen 2015!
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¿»Marianismo» o casualidad?

Quienes alegremente consideran que la derecha conservadora hace las cosas «a la buena de Dios», o llegan a decir que es poco inteligente, cometen un error. Basta observar la secuencia de los acontecimientos más cercanos para darse cuenta de que en realidad los conservadores no dan puntada sin hilo, y hasta lo que parece que les va en contra lo aprovechan subliminalmente a su favor. El asunto del papel de la mujer en la sociedad es algo que en la España carpetovetónica es como un goteo que a veces es tsunami cuando se trata de legislar desde los campanarios.
imagen estrellas rut.JPGTodo eso, aparte de entroncar con los cuadernos «formativos» de la Sección Femenina de tardes de costura, silencio y «urbanidad», es una representación clara de lo que las sociólogas Evelyn P. Stevens y Denise Peeters ven como «Marianismo», por la contraposición de los mitos de María y Eva. La tradición dice que un niño nace de mujer en la que es inconciliable la maternidad y el sexo, y el discurso se completa con la superioridad moral de la mujer por su capacidad de sacrificio y humildad, una superioridad que la condena a un segundo plano. Eso es el Marianismo, y ya es una curiosa casualidad que el presidente actual se llame Mariano.
Que esa España conservadora (es una manera amable de llamarla) siempre está rediseñándose lo hemos visto en estos días, cuando un medio de línea bien definida hacía un «retrato» de la esposa del presidente del Gobierno. No es baladí que se publique en estas fechas en las que el mito de la familia del portal Belén está omnipresente. Entresaco algunas afirmaciones que tratan de dibujar a la «esposa perfecta»:
«- Jamás interviene cuando no debe y está siempre en su sitio.
– Culta, cinéfila, lectora y profundamente religiosa.
– Vive pendiente de sus dos hijos y de su anciano suegro.
– Su madre contaba que era muy estudiosa y tenía unas manos buenísimas, hasta el punto de que se hacía sus propios «apaños» con la ropa.
-Su perfil es el de una esposa dedicada por completo a su familia, dispuesta a lo que sea por apoyar a su marido».

Esta prédica y otras son cargas de profundidad con olor a incienso y sacristía que tratan de que se extienda como una mancha de aceite, y están perfectamente planificadas en la forma y en el tiempo.

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No me olvido: les deseo que nunca dejen de buscar la felicidad,
esta noche y siempre.