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Con Marilyn, de aquí a la eternidad

zzz jfk mary 1.JPGHace unos años, cuando el Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria funcionaba a plenitud, yo publicaba cada día del festival en el periódico Canarias7 un capítulo de un relato truculento, entre el género detectivesco y la parodia, siempre relacionado con el mundo del cine. Así fue hasta el año 2009. Ese año, el suspense provenía de la memoria, y el desenlace transcurría en la gala de clausura, en la que todo sucedió de manera imprevista. Este es un fragmento de aquel final de relato que se titula Sobre la eternidad:
«…Mientras la gente aplaudía, Sciachi (un periodista) acompañó al escenario, desde el patio de butacas, a un hombre de no menos de noventa años, que se ayudaba con un bastón pero que caminaba erguido y desafiante. Era muy guapo, con los ojos azules y una sonrisa espléndida. Todos se preguntaban por la identidad del anciano mientras él avanzaba y era recibido por Kimberly Rod (una actriz famosa) con dos besos. Luego, con paso lento pero firme, se acercó al micrófono:
zzz jfk mary.JPG-Señoras, señores, me llamo John Fitzgeral Kennedy -dijo en un español terrible, con acento bostoniano mientras el público mantenía la respiración y la mitad de los teléfonos del mundo se bloqueaban-. Igual que no murió Marilyn en 1962, yo tampoco fui asesinado en 1963. Me hirieron, pero luego me llevaron a un barracón. El hombre que dijeron que era yo debió ser un cadáver que buscaron a propósito. Por eso las autopsias no concuerdan con los disparos y se hicieron un lío porque nada de lo que decían que había sucedido sucedió en realidad. Ahora vivo en la isla de Serifos, con Marilyn Monroe, gracias a la generosidad y la inteligencia de Alberto Sciachi y Kimberly Rod. Y ya saben, con Marilyn de aquí a la eternidad.
Kennedy comenzó a bajar del escenario y se fue por el pasillo central del brazo de una anciana bellísima llamada Marilyn Monroe…»

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El día más grande

zzodkfhgfnvuu.JPGLa exageración es la norma de nuestro tiempo, y cada día somos víctimas de ella, porque hoy casi todo es publicidad. Nos hemos acostumbrado a convivir con ella, y eso nos está impidiendo separar la paja del grano, porque cuando nos anuncian algo extraordinario lo tomamos con el mismo escepticismo tanto si lo es verdaderamente o si se trata de un enganche publicitario más. Cada día nos anuncian el proyecto más importante de la década, el partido del siglo, el ciclista más grande de la Historia o la película que marca una época; y al día siguiente aparece otro proyecto, otro partido, otro ciclista y otra película, que lava más blanco, tiene menos calorías y es insuperable. Acabarán vendiéndonos plomo ligero o hielo caliente. Yo sólo sé con seguridad que hoy es el día más importante de toda la Historia de la Humanidad. Estamos vivos y de momento siguen fabricando cerveza.