Espaldas fuertes y manos limpias
Cuando hay una gran corrupción en un partido, su cúpula dirigente debe hacer una limpieza general caiga quien caiga; pero para eso hay que tener las espaldas muy fuertes y las manos muy limpias.
Si, además, ese partido es el que sotiene al Gobierno, su Presidente debe intervenir de inmediato, aunque pierda apoyos o los busque en la oposición. Claro que, para actuar así hay que tener las espaldas…
Si el Gobierno es incapaz de resolverlo, debe ser el Parlamento el que tome cartas en el asunto, para aunar voluntades e incluso provocar un Gobierno de concentración con lo que quede sano. Claro que, para actuar así, los partidos de la oposición también han de tener las espaldas muy…
Si el Parlamento es incapaz de realizar su cometido, puesto que es el depositario de la soberanía popular, debe intervenir la Jefatura del Estado. Ya sé que la Constitución solo le confiere funciones de representación y arbitraje, pero en tan ambigua palabrería cabe casi todo. Es decir, que nos represente ya, y si en situaciones como la actual no se necesita un árbitro, ya me dirán.
Claro que para hacer eso hay que tener las espaldas muy fuertes y las manos…
Lo que necesitamos es democracia, nada más y nada menos, y que no nos reestrenen una y otra vez El Padrino. Ya la hemos visto (las tres partes).