De repente se nos han iluminado las calles y nos han sembrado la ciudad de belenes, nos ha visitado la lluvia y el mar se ha embravecido. Nos llaman a la alegría aunque a veces nos inunde la tristeza. Es un ajuste de cuentas con el tiempo, esa máquina inexorable que no necesita reloj. Nos ha sorprendido la Navidad sin habernos preparado para que nos deseen felicidades por sistema, ni para soportar los telemaratones, donde se nos viene a decir que somos culpables de las penurias ajenas, y en un supremo acto de generosidad acuden muchos famosos a hacerse publicidad. Muchos tienen su residencia fiscal en Mónaco o en Miami, porque allí casi no pagan impuestos, y luego hay que darles las gracias porque rifan una camiseta o una foto firmada. Lo que deberían hacer es pagar impuestos en España, eso sí que es ser generosos. La solidaridad es siempre buena, pero no sé por qué no acabo de creérmela cuando viene de los personajes famosos, que aprovechan los eventos humanitarios para vender su producto. Otra cosa, y esta muy digna de todos los apoyos, es lo que hacen las ONGs o entidades como la Casa de Galicia, que son actos de generosidad sin trampa. Y es que, refiriéndome a los otros, ahora mismo se prepara un partido de fútbol entre figuras millonarias para recaudar fondos. La entrada es muy barata y como habrá que pagar los gastos del montaje del evento quedarán unos cuantos euros, que está muy bien, pero ninguno se rasca el bolsillo. Está claro que la forma más justa de solidaridad es la fiscal, que paguen más los que más tienen. No es la Navidad lo que me irrita; es la hipocresía.
Un comentario en “La hipocresía solidaria”
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Con esa carita de niño parece que le escribo a un Idem, Por poner luces no vamos a estar contentos, y todos los que se metían con los funcionarios ahora los echan de menos porque eran los que realmente compraban para Navidad.
No me gusta la gente que se acopla por conveniencia a alguien y luego dice de eso ya hace mucho tiempo, bien tuvo la Sombra de Juan Cruz, y ahora no conviene porque está con el poder, antes era tb un peso pesado y era el mismo, ahora más desencantado. Bueno que no iba a hablar de esto, sino de la Alegria forzada, cuando hay tanta gente que su regalo es un lote de comida, ante eso ando muy sensibilizada, y anoche vi en ese programa que digo no veré más a una monja politizada, caso curioso, porque hasta la del PP parecia fastidiada contra ella, le pregunta que le diria a Rajoy, y sale por otro camino, una mujer inteligente politicamente. Bueno pues eso Emilio, que nada de lo que pongo me dices si te gusta, es broma, pero bueno, a nadie debo gustarle, no se hacer bien la pelota.
Hay que dar comida a Cáritas, el otro dia en la Puerta de Santa Teresita una pareja de ancianos pedian comida, me dió algo ue me dejó tocada, no sabía si llevarlos al supermercado y que ese dia comieran bien, darles dinero, no sabía que hacer y no hice nada.
Yo ando por ONG, veo que Cáritas se queda sin comida, dan el doble pero parece que la multiplicación de los peces y panes pasan por nuestras manos. En Fin…yo por mi padre ni pienso en fiestas ni regalos, mi hijo además de mirar estrellas y sus planetas es funcionario, y bueno.Ojala que todo esto pase pronto. Ah La Nasa ha dicho que NO se acabará el mundo, y no es un chiste la gente por lo visto los saturaban.
Los que tengan motivos de alegría que canten un Villacinco….