En la muerte de Silvia Kristel

zz200px-Sylvia_Kristel_926-2274[1].jpgSeñora Kristel: lamento sinceramente su partida, porque es usted el paradigma de varios mitos que acaban destruyendo a celebridades del cine, especialmente a mujeres. En primer lugar, es usted un ejemplo más de la actriz que hizo muchas películas, pero que es y será recordada por una sola, Emmanuelle; es más, en su caso casi por dos escenas. Eso no es tan raro y le ha ocurrido a grandes estrellas: a Rita Hayworth con Gilda, con las escenas del guante y la bofetada, a Vivian Legth, que siempre se nos aparece como Scarlette O’Hara poniendo a Dios por testigo, a Claudia Cardinale entrando en el baile de El Gatopardo. Siempre hay una escena que marca a determinadas figuras porque se convierten en iconos del cine (Brando acariciando el gato en El Padrino, Bogart y Claude Rains perdiendose en la niebla del aeropuerto de Casablanca, Greta Garbo tumbada en el diván de La Dama de las Camelias, Marilyn volando sobre su falda sobre el respiradero del metro…) pero las hay, como usted, que aunque se las recuerda también por otros trabajos, son una sola película (Linda Blair en El exorcista, Sue Lyon en Lolita, María Schneider en El último tango en París). El mercado la encasilló, y reconozca que usted se prestó a ello, pues hizo luego muchas secuelas de Emmanuelle para el cine y la televisión. Nadie es perfecto, pero le digo que de alguna forma usted contribuyó a cambiar la manera de pensar de nuestra sociedad, como hiciera años antes Brigitte Bardot con Y Dios creó a la mujer. No fueron grandes películas, ni siquiera razonablemente buenas, pero ayudaron a abrir muchas mentes, cosa que algunas obras maestras no logran. Fue usted rehén de su propia historia, y también podría ser una muestra más del mito de la bella infeliz, aunque dicen que en sus últimos años consiguió algo parecido a la felicidad. Sepa usted que, al menos yo, entiendo que su trabajo no fue en vano. Vaya en paz, señora.

3 opiniones en “En la muerte de Silvia Kristel”

  1. Una buena despedida, y muy respetuosa con una actriz que no era especialmente buena y cuya carrera no fue especialmente destacable, pero desde luego merecía algo más de dignidad en su obituario que la mostrada en la prensa de hoy, que ha aprovechado para poner sus fotos y escenas más eróticas, y pienso que no era el momento.
    No lo digo con moralismo: Kristel era un icono erótico y así es como debemos recordarla. Alabar su anatomía y belleza no es nada deshonroso porque lo que ella hacía no era nada indigno; como bien dices, su desnudez ayudó a derribar tabúes en esta nacionalcatólica sociedad (y muchos de ellos siguen en pie).
    Lo único que digo es que hoy quizá era el momento de dedicarle un primer plano o una imagen más recatada. Que ya habrá tiempo prar recordar y celebrar su hermoso y erótico cuerpo.

  2. Me dió pena leer que se había muerto. Vi su película en Londres, lo más normal, pero no fui solo a ver las pelis que los españoles tenían que viajar.
    Y lamento que en este més de lucha contra el Cancer femenino ella muera de eso.
    Yo tenía que pasar por Londres, Juan Cruz estaba alli de corresponsal pero no pude contactar con él y así me metí en el cine.El caso, sempre me pasa algo, es que según mis cuentas en libras me habian devuelto de menos. Se lo dije como pude a la Cajera, ella llamó al encargado y delante mia con una cola ya considerable hicieron la Caja. Yo alucinaba , es más les dije que me lo devolvieran a la salida pero no, y dió positivo, me dieron lo que faltaba y entré.Pide eso en España en aquella época, hazlo y no se q habría pasado.
    Hoy precisamente su foto nos lleva a una mujer guapa y erótica. Descansa en paz tu que estuviste en los sueños de tanta gente.

  3. Recuerdo vagamente la película, las secuelas no las vi. Mi reflexión sobre el comentario de Acaimo es la siguiente: ¿Cuál es el problema de recordarla a la hora de la muerte con sus imágenes más famosas y hermosas? Ojalá sea cierto eso de que terminó siendo feliz; es algo que muy pocos consiguen.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *



El contenido de los comentarios a los blogs también es responsabilidad de la persona que los envía. Por todo ello, no podemos garantizar de ninguna manera la exactitud o verosimilitud de los mensajes enviados.

En los comentarios a los blogs no se permite el envío de mensajes de contenido sexista, racista, o que impliquen cualquier otro tipo de discriminación. Tampoco se permitirán mensajes difamatorios, ofensivos, ya sea en palabra o forma, que afecten a la vida privada de otras personas, que supongan amenazas, o cuyos contenidos impliquen la violación de cualquier ley española. Esto incluye los mensajes con contenidos protegidos por derechos de autor, a no ser que la persona que envía el mensaje sea la propietaria de dichos derechos.