Parole, parole… Políticos
Los políticos de este país tienen uno de estos dos males; o creen lo que dicen, con lo que es evidente que tienen un grave problema de percepción, o saben que no es verdad y creen que los que no nos enteramos somos los demás, lo que les da pábulo a seguir vegetando. Está claro que están divorciados de la realidad, o porque no saben más, porque les interesa o porque sirven vaya usted a saber a qué amo. Desde que empezó la crisis (2008) nos han dicho que hay que reformar el Estado, que hay que dar una utilidad al Senado, que hay que impulsar la economía, y lo único que saben hacer es recortar y empantanar, pero siguen hablando y hablando y nada se mueve ¡y han pasado cuatro años!
Parole, parole, que cantarían Mina y Adriano Celentano; la liaron con el Statut y han calentado el ambiente hasta el punto de que la gente de Cataluña ya va por delante de ellos en lo de la independencia. Ellos lo hacían para ganar votos, pero ahora no saben qué hacer con la nueva situación, y Artur Mas trata de quitar hierro diciendo que si no hay pacto fiscal Cataluña caminará hacia la libertad. Eso ha dicho textualmente y si lo desgranamos no sé qué es lo que significa, pues parece atisbarse que si Madrid cede al pacto fiscal este asunto se diluye (si es que pueden apagar el fuego que ellos mismos han alentado). Por aquí tampoco son flojos, pues el Presidente del Gobierno de Canarias no se quedó blanco ni colorado para decir en medio de un cirio descomunal que el comienzo de curso está siendo «magnífico». O está ciego él o estamos ciegos todos los demás, y esa es la cuestión, que van a su aire.
Estos versos son del poeta catalán Joaquín Bartrina (1850-1880), quien a pesar de la brevedad de su vida tuvo tiempo para observar lo que ocurría a su alrededor. Yes bueno recordarlos cuando se celebra la Diada, poniendo a España como lo peor de la Historia. Nombrar España está mal visto, es como reconocerse antiguo, o peor, carca. Joan Laporta, Guardiola, Urkullu o Artur Mas se resisten a pronunciar la palabra España, pues en Cataluña y en Euskadi es casi sinónimo de Bicha. Pero resulta que, quieran o no, Cataluña y Euskadi también son España (y tienen perfecto derecho a pretender dejar de serlo, pero lo han sido), porque el Athletic de Bilbao quiere ganar la Copa del Rey y al Barça le encanta la liga española. Las gestas hispanas están llenas de figuras vascas, y si hablamos de imperialismo español habrá que incluir en ese listado a los guipuzcoanos Miguel López de Legazpi (conquistador de Filipinas para España), a Juan Sebastián Elcano, al catalán Ramón Pané (lugarteniente de Colón), al mismísimo Luis de Santángel, que puso dinero para los viajes colombinos siendo tesorero de la corona de Aragón y a tantos otros que se distiguieron bajo pabellón castellano-aragonés (español) en Flandes o Nápoles, donde no repartían caramelos precisamente. Pero esa parte de la historia se oculta. Y esto lo digo desde el sincero convencimiento de que cualquier territorio tiene derecho a elegir su destino colectivo, y por ello me parece muy bien que vascos y catalanes pidan autodeterminación e independencia, pero que no oculten la verdad histórica. Si España cometió excesos imperialistas (e incluso genocidio) en su larga historia, los vascos y los catalanes son tan culpables como los extremeños, los andaluces o los gallegos. Han sido España para lo bueno y para lo malo.