De San Juan de la Cruz a Robespierre

Debí heredar de mis ancestros la costumbre de imponer el nombre de la fecha a todo lo nuevo. Mi nombre corresponde con el santo de mi fecha de nacimiento, y desde niño «bautizaba» todo lo que llegaba a mis manos. No eran cosas importantes y muy pronto me olvidaba de cómo se llamaba aquella maleta, aquel bolígrafo o un suéter que me tejió mi madre. La tradición la he mantenido a rajatabla solo con el coche, y por eso escribo esto hoy. El primer coche que tuve fue un Volkswagen escarabajo del año 1956, que cuando llegó a mis manos estaba desvencijado y le sonaba todo menos la bocina. Llegué a casa con el coche «nuevo» acompañado de un amigo. Miré el almanaque y vi que era 14 de diciembre; debajo ponía «San Juan de la Cruz». No sé si es el santo poeta o cualquier otro de nombre similar y si realmente el santoral de aquel almanaque era correcto.
zzjuancruz.JPGEl caso es que el coche pasó a llamarse «Juan Cruz» y mi amigo dijo: «Juan por la fundación de la ciudad y Cruz por los repuestos que tendrás que comprar». No era una gran inversión (18.000 pesetas, unos 110 euros) pero el coche fue conocido por mis amigos por su nombre. Juan Cruz resultó ser un tanque (era alemán) porque con lo viejo que era dio conmigo varias vueltas al cuentakilómetros, pues fue mi fiel compañero en todas las correrías de juventud. Ahora me doy cuenta de que debió llamarse solo Juan porque repuestos compré muy pocos, no se rompía. Nunca me dejó tirado, cosa que sí ha sucedido alguna vez con sus sucesores, que por cierto se llamaron Florencio y Fausto. El que tengo ahora es más laico, porque lo compré un 14 de julio y no pude resistir la tentación de llamarlo Robespierre.

2 opiniones en “De San Juan de la Cruz a Robespierre”

  1. Emilio no sé que pasa pongo comentarios, puede que alguno esté mal, pero luego, como en este, ayer, no los veo, si hago algo mal me lo corriges, o igual es que no sé por qué no salen, Si te llega solo dime que si, sino pues no lo verás jajajaja.

  2. Te aseguro que le doy paso a todos tus comentarios. Puede ser que haya algún duende informático que no los deje llegar, la verdad es que no sé mucho de eso. Pudiera ser que, ocasionalmente, los confunda con algún spam que entra, pero no lo creo, porque en eso soy muy cuidadoso. De todas formas, si persiste el problema, me lo dices por aquí o vía Facebook para ponerlo en conocimiento de los técnicos que controlan la web. Un beso.

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