Angela Merkel en La Gomera
Me resulta extraño que los medios de comunicación hayan destacado tan poco las vacaciones que ha pasado Angela Merkel en La Gomera (no es un chiste, es verdad). La Canciller (¿o se dice Cancillera?) alemana hace senderismo por el barranco de Alajeró y dialoga con los naturales de la isla, me imagino que sobre el almogrote y el guarapo.
Durante años, en Canarias hemos recibido a personajes ilustres de todos los ámbitos. Los que ya tenemos una edad podemos recordad las figuras paseantes por las playas del sur del mariscal Motgomery, Sir Winston Churchill o los también cancilleres alemanes Willy Brandt y Helmunt Smicht. Recuerdo que eso siempre era portada de los diarios y referencias en los noticiarios.
Y es raro que la visita de Merkel haya pasado tan desapercibida, precisamente cuando estamos en unos momentos en los que tiene la sartén por el mango de la UE, porque ya sabemos que Francia y Alemania son el chasis del asunto, y por Europa ha apostado siempre más Alemania que Francia. Ahora, Merkel está disgustada con las políticas económicas de los países mediterráneos, pero también sabe que no puede perder comba porque si cierra el grifo alemán también sufrirá Alemania, pues no debe olvidarse que su economía industrial se basa en que los demás compren sus productos. En cualquier caso, siempre es bueno tener estas visitas, que son un gran cartel de Canarias cuando aparece en los medios informativos alemanes.
«Vídeo grabado en Gran Canaria. El trío musical Two Door Cinema Club proviene de la pequeña ciudad de Bangor, en Irlanda del Norte y son una de las apuestas más grandes del sello francés Kitsuné de cara al 2010. Cruzan el electro pop con el indie rock puramente gringo».
Entiendo que Madrid es la capital de España, pero la Gran Vía, que es una calle muy popular de la ciudad, no deja de ser una calle más. Y tampoco es una calle ejemplar, porque las noches míticas del bar Chicote y la sala Pasapoga no eran precisamente un ejemplo. Si tuviéramos que celebrar aniversarios de calles no pararíamos, y me vienen a la memoria La Diagonal de Barcelona, Las Ramblas de Santa Cruz de Tenerife o la Avenida de Palafox en Zaragoza. Son cien años, pero ¿cuántos años tienen las calles Sierpes en Sevilla, La Marina en La Coruña, Triana en Las Palmas de Gran Canaria o La Estafeta en Pamplona?