La belleza de la isla
El paisaje de Gran Canaria es muy diverso, y sobre todo cambiante a poco que caigan tres gotas. Esta isla tiene una variedad que impresiona al visitante, y desde luego es una isla de gran belleza. Es verdad que se suele relacionar la belleza paisajística con el verdor, pero eso es muy subjetivo, pues ahí tienen a Lanzarote y no me irán a decir que no es hermosa.
Lo malo es cuando se usa el paisaje como elemento chauvinista o, al revés, como dardo envenenado. Es una estupidez. Un viejo escritor catalán decía que el que diga que su tierra es la mejor del mundo es un ignorante, y yo digo que el que dice lo contrario es un imbécil. No existe la mejor tierra del mundo, cada lugar tiene sus peculiaridades, y son tan impresionantes los fiordos noruegos como una fila de duna en mitad del Sahara. La tierra es de muchas formas, y quienes la hacen buena son sus habitantes.
Y es que los artistas, sobre todo los cantantes, quieren venir a Canarias. Me decía hace unos años un entendido en estas cosas, que se dedica a eso en Madrid, que los cachés que se cobran a Canarias son más altos que los que un mismo artista cobra en cualquier ciudad de La Península, y encima hay que pagar el viaje de una banda enorme que se tira tres días a cuerpo de rey. Cuando van a Zaragoza, a Vigo o a Valencia suele ir un acompañamiento menor, y a veces ni duermen en la ciudad. Debe ser porque nos toman por tontos, y nosotros seguimos pagando esos disparates. En fin…