Fusiones bancarias
Dios me libre de hablar de economía en términos técnicos; ni siquiera en román paladino, porque estimo que debe ser una disciplina tan compleja que nadie tiene la última palabra. Y si no, miren cómo se proponen soluciones distintas a los diversos aspectos de la crisis, y siempre van tuteladas por expertos, doctores y encumbrados nombres de la ciencia económica, que otros dicen que es una paraciencia porque nunca puede saberse con exactitud qué efectos puede ocasionar una causa.
Pero sí que me preocupan las fusiones de las cajas de ahorro, que son entidades que se supone pertenecen al pueblo y cuyos beneficios son para el bien colectivo. Seguramente será bueno que las cajas se agrupen, y también que las dos cajas canarias formen parte de grupos distintos, por aquello de no poner todos los huevos en el mismo cesto. Sin embargo, creo que debieran dar más información a los ciudadanos, porque son muchos los canarios que tienen una cuenta o una libreta en una de sus cajas, y aunque no las tuvieran, son ciudadanos y por lo tanto pueden salir beneficiados por los éxitos y perjudicados por los fracasos de las cajas. Y se ve en la incidencia de las obras sociales y culturales. Por eso, ya que no tenemos vela en ese entierro, al menos debieran informarnos mejor, porque si no va a pasarnos como a la vaca de Eleuterio, que la ordeñaban unos intrusos y la pobre no se daba cuenta; luego la vendieron porque no producía leche. Y era verdad: su verdadero dueño nunca logró de ella ni una sola gota. Apliquen el cuento de la vaca a las cajas y verán que no tiene tanta gracia como aparenta.