Parecía que el mundo había cambiado pero todo sigue igual. Por lo visto, como en la Edad Media, como en el Barroco y como en el duelista siglo XIX, el honor de los maridos sigue residiendo en la virtud de su esposa. El Ministro Principal del Ulster se ve abocado al desastre político porque ha perdido credibilidad, dicen, al saberse que su esposa le ha sido infiel de manera continuada. El hombre, encima de ser la víctima de la infidelidad, ahora resulta que eso le cuesta el cargo, porque seguimos en la vieja creencia de que si no tiene autoridad en su matrimonio menos la tiene para presidir un gobierno.
Es verdad que ella hizo algunos trapicheos políticoeconómicos en favor de su amante, pero creo que es cosa de ella, que responda de sus irregularidades, pero no entiendo por qué el marido ha de pagar el pato. Es decir, machismo estúpido, porque en lo concerniente a la infidelidad el asunto debieran dirimirlo los implicados, es asunto privado. Las corrupciones de ella en su cargo de concejala son cosa de ella, ya que por lo visto no tenía mucha conexión con el marido. Para más escarnio, la señora, de 60 años, ha tenido su último desliz con un joven de 20, olé por ella, pero eso recuerda a aquella película de los años sesenta, El Graduado, en la que se daba esta misma situación. La coña llega a límites casi proféticos si tenemos en cuenta el apellido de esta pareja, Robinson, nada más y nada menos, justo el apellido de los personajes del mentado largometraje dirigido por Mike Nichols. Y claro, en todas las emisoras de radio adornan la noticia con la canción que para El Graduado hicieron Simon & Garfunkel. A veces la vida imita al arte, y casi siempre con muy mala leche.
2 opiniones en “Otra vez los cuernos Robinson”
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De nuevo el puritanismo sexual anglosajón. Como bien dices, no entiendo qué tiene que ver la gimnasia con la magnesia. Es decir: a este señor le ponen los cuernos y, encima, ¿tiene que dimitir? ¿Qué tiene que ver la infidelidad de su señora con su competencia como político? Me recuerda al famoso caso Lewinsky, que casi le cuesta el puesto a Clinton, mienstras que el siguiente presidente de EE.UU. mintió al Congreso a sabiendas para poder invadir Irak, y no le pasa nada. Al parecer, para la mente puritana anglosajona, el pene presidnecial es un arma de destrucción más masiva que los misiles…
Tienes razón en eso que se dice» si no puedes gobernar tu casa, no podrás gobernar tu País. En este caso es su mujer la que ha sabido manejar su vida, porque las cuestiones de un matrimonio es cosa de ellos, pero claro el Hombre no ha podido de tanto no estar en su casa ni con ella por motivos de su cargo, y entonces le hacen dimitir.
Pero es Irlanda y más el Ulster, y eso que tenemos ejemplos como el más sonado de Carlos de Inglaterra pero él es Príncipe y así varios. Me hace gracia eso del graduado, modelo que en su momento de quienes quisieron ser Daustin Hoffman y que la señora en cuestión sea Robinson jajajajjajaj me ha hecho gracia, es un asunto de interés pero mira Bill vuelve a tener una amante nueva….y parece que no pasa nada….