Publicado el

¿Que parte de la palabra silencio no entienden?

Esta tierra se pasa por encima de lo evidente y a nadie parece importarle. Es más, es que ni siquiera se dan cuenta. Y esto lo digo porque todavía estoy perplejo por lo sucedido hace unos días en un cementerio de esta ciudad. Se inauguraba o descubría (no sé qué verbo usar) la escultura sobre la tumba de de un gran personaje, en cuyo pedestal se había grabado el epitafio decidido el difunto, en el que solicitaba silencio para su descanso eterno. A dicho epitafio, que se supone una última voluntad, no se le ocurriria a nadie contradecirlo, al menos de forma expresa.
z00.JPGPero miren por dónde, en el acto, con autoridades y representaciones, sonaba un cuarteto de cuerda. Muy propio. Me pregunto si lo han hecho adrede o es que hay escasa lectura comprensiva. Silencio pedía el finado en su descanso, y para respetarlo le ponen música de cámara. Si no lo llega a pedir le endosan la Banda de Agaete con amplificadores. Como lo de contradicción se me queda pequeño, creo que esto es un poco más… más… eso. ¿Un disparate?

Publicado el

Spain is different

Cuando hablamos de sociedades disparatadas ejercemos lo de que el camello no se ve su propia joroba. Los que sucede en España es para enmarcarlo e incluso en algunos casos para meterlo en un libro de récords, pues somos el único país del mundo que dispersa sus fuerzas ante la crisis, el único que se esmera en que fracasen sus películas, el único que… Basta que alguien saque la cabeza para que intenten cortársela, y si no pregunten a Almodóvar, Penélope Cruz o Julio Iglesias. El linchamiento de Rafa Nadal y Pau Gasol está al caer. Vamos, para el Guiness.
zspain.JPGSiempre hay un motor para generar crispación, y en ello participamos todos. Cuando no es la Ley de Memoria Histórica es al matrimonio homosexual, el secuestro de un pesquero, unas escuchas telefónicas, el juicio del 11-M o las campañas de la Dirección General de Tráfico contra el alcohol en carretera. Algunos de estos debates que se tornan guerracivilistas son importantes, pero la mayoría son superfluos, inconvenientes o las dos cosas. Es el país del todo o nada, El Real Madrid o el Barça, José Tomás o Francisco Rivera, Javier Marías o Pérez-Reverte (que son amigos), pero nunca los dos.
Ahora se nos echa encima otro guineo crispante: la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña. Da igual lo que diga la sentencia, van a pillar el texto por donde sea unos u otros, y seguiremos excavando en la crispación. Y luego predicamos una Europa unida, si aquí lo que predomina es el «Viva Cartagena». Con razón, la mujer del embajador norteamericano en tiempos de Franco, cuando al irse del Madrid le preguntaron qué le había parecido nuestro país, ella contestó: «Spain is different». Y tanto, somos la leche.