Madrid 2016 y Gallardón

No estoy muy al tanto de las corrientes y las rivalidades que hay en el PP, aunque tengo que confesar que Gallardón me cae bien, seguramente porque sólo tengo su imagen televisiva, que durante ocho años ha estado unida a la candidatura de Madrid para ser sede de los Juegos Olímpicos, primero de 2012 y ahora de 2016.
Aunque no hay fórmulas matemáticas en la política, suele ocurrir que cuando alguien pone mucho empeño en algo muy grande, une su destino al éxito o fracaso de su empresa. Así pasó hace cuatro años, cuando en Singapur Londres desplazó a Madrid. Creímos que Gallardón estaba acabado, pero él se encaramó en una huida hacia adelante y armó una nueva candidatura, la de ahora, que tiene el problema de que nunca se han celebrado dos juegos seguidos en el mismo continente. Pero vaya usted a saber, una vez es la primera.
2016a.jpgEl caso es que mañana se decide en Copenhague dónde serán los juegos de 2016. La competencia es fuerte, incluso más que en 2005, y encima la candidatura de Chicago va a ser defendida personalmente por el emperador Obama, el hombre de moda. Cruzo los dedos para que salga Madrid, y no quisiera estar ahora mismo en la piel de Gallardón. O sí, porque a lo mejor gana.

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