La margarita de la vacunación
Ustedes dirán que insisto demasiado en lo de la gripe A, pero es que ando muy confuso. Por un lado hay un gran despliegue mediático en torno a las noticias sobre el asunto, el estado de la vacuna, la campaña masiva de vacunación que están haciendo en Estados Unidos, las apariciones de la Ministra en programas distendidos como el de Buenafuente para quitar hierro, al tiempo que en un programa de canal Cuatro dicen que el virus N1H1 está emparentado con el de la peligrosísima gripe española de 1918 que dejo cien millones de muertos, aunque otros quieren dar la idea de que no es una pandemia muy letal.
Es decir, una de cal y otra de arena. Durante unos días hay hasta sobreinformación en todos los sentidos, y luego hay silencios de hasta semanas en los que parece que ya no hay gripe. Y a estas alturas uno no sabe si debe vacunarse, porque no se ponen de acuerdo sobre eso, hasta el punto de que algunos médicos aseguran en privado que ellos no piensan vacunarse.
Luego están las idas y venidas por Internet, donde hay una especie de clima de conspiración, donde se habla de un plan para exterminar a dos tercios de la Humanidad. Parecen proyectos de los malos de los cómics, una conspiración del Lex Luthor de Supermán, del Jocker de Batman y de un extraterrestre en forma de lagarto. Algo inverosímil, pero que crea inquietud. Y a todas estas, tampoco sabemos si estamos o no en un grupo de riesgo, asunto que tampoco está claro.
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(La ilustración es el retrato de Monsieur Fourcade. Ya sé que nada tiene que ver con la gripe A pero, ¿que prefieren? ¿Una foto difusa y abstracta de un supuesto virus al microscopio,o contemplar un magnífico dibujo de Henri de Tolousse-Lautrec? Pues eso).