Dice la canción que la vida es puro teatro, y es verdad, porque cada uno de nosotros representamos nuestro papel, generalmente el que se espera de nosotros, aunque no sea eso lo que realmente queramos hacer.
Lo vemos cada día, sobre todo en el ámbito político, sobre todo en las tertulias radiofónicas o televisadas, y en los artículos de determinados columnista que siempre atacan o defienden a marchamartillo lo que conviene a una opción política concreta. Da igual lo que sea, siempre encuentran argumentos para justificar lo injustificable o para escarbar en lo que está bien hecho con tal que responda a los intereses de un opción.
Hace tiempo que cambio de canal o de emisora cada vez que me tropiezo con una de estas tertuilas, y me salto los artículos de determinados columnistas. Ya sé lo que van a decir, siempre a favor o siempre en contra, y lo más triste es que pasan por ser las estrellas del periodismo en nuestro país, pero da la impresión de que carecen de criterio. Es una pena.
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