La ciencia y la conciencia
No es discutible que los avances de la Humanidad han ido de la mano de los logros científicos, y por lo tanto ir contra la ciencia equivale a oponerse al progreso. Otra cosa es la ética de esos avances, que en muchos casos tienen que ver con el poder y la hegemonía de unos hombres sobre otros. Cuando hubo un pueblo que logró fundir el hierro, cambió las hachas de sílex por las espadas y fundo un imperio, que le fue arrebatado por otro pueblo que logró meter carbono en el hierro y fabricó espadas de acero. España dominó imperios americanos porque tenía caballos, arcabuces y cañones, y vemos cada día como la tecnología aplicada a la guerra es la que hace a uno ejércitos superiores militarmente a otros.
Es verdad que cuando hablamos de medicina tenemos que quitarnos el sombrero, y en otros muchos campos. Después de las teorías de Einstein se han disparado las conjeturas científica sobre el nacimiento del Universo, pero sólo son ecuaciones. El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) que han construido en Suiza es un brindis al sol de la curiosidad, porque no entiendo bien qué sacamos si finalmente averiguamos que el Universo surgió de esta manera o de aquella. La tierra acabará el mismo día, y esos miles de millones invertidos en curiosear «la mano de Dios» podrían invertirse en impedir que cada día mueran millones de seres humanos de inanición.
Luego está el peligro -que los científicos consideran remoto- de que recrear ese choque de partículas pueda crear fenómenos que somos incapaces de controlar pues hay quien dice que pueden acabar con La Tierra e incluso con el Universo. Yo de esto no sé, pero me gustaría que me explicasen por qué esa perra en demostrar a cualquier precio algo que, una vez conocido, no nos va a servir para nada.