Complejo de superioridad
Que una persona desarrolle un mecanismo para compensar sus miedo y acabe apareciendo como segura hasta la prepotencia es lo que llamamos complejo de superioridad. Es una disfunción psíquica como otra cualquiera.
Que una sociedad (o sus dirigentes) desarrollen ese mismo mecanismo es muy preocupante, porque distorsiona el verdadero valor de las cosas, que siempre es relativo. Si los del Betis no se sintieran muy vulnerables ante su eterno rival, no serían tan anti-sevillistas, y viceversa. Este tipo de complejos colectivos crea encono y finalmente perjudica a las sociedades donde crecen. Querer ser siempre el número uno en cualquier cosa, estar en los libros de récords y compararse continuamente no es sano. Lo triste es que no son cosas de la gente, sino de unos cuantos que se dedican a manejar hilos sentimentales.
La propuesta de que el Carnaval de Tenerife sea declarado Patrimonio de la Humanidad me deja perplejo, porque, además, piensan gastarse 400.000 euros en el empeño. El Carnaval tinerfeño es magnífico, eso nadie lo duda, pero hay muchos y sólo han recibido ese título algunos especialmente curiosos por su riqueza etnográfica. Yo no sé de dónde sale esa idea si no han sido declarados Patrimonio de la Humanidad carnavales tan genuinos como los de Venecia o Río de Janeiro. Tampoco los de Cádiz y Nueva Orleans. En fin…