Colombia no es sólo violencia

Uno puede preguntarse que si a Tirofijo -el guerrillero más famoso desde El Ché- lo dieron por muerto en el 64, en el 70, en el 95 y en el 2004, ¿por qué habríamos de creer que esta vez sí es verdad? Ahora es más creíble porque dicen que ha muerto de un infarto, y porque ya era casi octogenario. Pudo ser un personaje de Macondo, pero se hizo funcionario de la muerte.


Botero.jpgPoco que ver con otro colombiano, el sacerdote Camilo Torres Restrepo, un hombre culto y tan religioso que puede considerársele un precursor de la Teología de La Liberación. Si ahora viviera no sé hacia donde habría evolucionado, porque la guerra embrutece. Nos queda su famosa sentencia: «Derrotemos el hambre, que es mortal, para tener la capacidad y la posibilidad después de discutir la mortalidad o la inmortalidad del alma». Camilo tenía ideales, Tirofijo era sólo un pistolero.
Pero Colombia es mucho más que oligarquías, cárteles, sicarios, guerrilla y violencia. También es Sakira, Cartagena de Indias, García Márquez, Carlos Vives, El instituto Barraquer de Bogotá, Botero, Álvaro Mutis, El comienzo del vértido de Los Andes, Juanes… Ante tanta grandeza científica, humana y artística, no dejo de preguntarme cuándo acabará esa maldita guerra.

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