Caminos de herradura
Caminos arreglados para el paso de un animal de carga. Unían los principales enclaves agrícolas con los núcleos de población secundarios. Formaban una gran red de comunicaciones, sobre todo en el sector de medianías de toda la isla y su origen estuvo muy condicionado por la abrupta orografía.
Solían estar empedrados y contar con canalizaciones y zonas de descanso (cruces, fuentes, etcétera). Su ancho medio variaba de dos a cuatro metros en aquellos que unían entidades de cierta importancia, y entre uno y dos metros los que comunicaban asentamientos menores.
Muchos de ellos aún se conservan debido a la agreste topografía del terreno por el que discurren, que dificulta su transformación en pistas o carreteras.
En su conjunto forman la mayor parte de los caminos empedrados conservados en la actualidad.