Hay «un chino» debajo de mi casa
Hay «un chino» debajo de mi casa. Bueno, hay dos. Hay dos chinos debajo de mi casa. Él y ella. Y los dos regentan un comercio. Una tienda pequeñita en la que casi puedes encontrar cualquier cosa. Recuerdo cuando llegaron. Levantando las suspicacias de la frutería de enfrente. De mi amigo Javi, que ya no está y al que echo mucho de menos. Son tímidos, pero a pesar de la barrera idiomática se esfuerzan por ir aprendiendo español. Cada vez voy más. Agua con gas. Coca-Cola. Huevos. Plátanos.
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