Hay «un chino» debajo de mi casa

Hay «un chino» debajo de mi casa. Bueno, hay dos. Hay dos chinos debajo de mi casa. Él y ella. Y los dos regentan un comercio. Una tienda pequeñita en la que casi puedes encontrar cualquier cosa. Recuerdo cuando llegaron. Levantando las suspicacias de la frutería de enfrente. De mi amigo Javi, que ya no está y al que echo mucho de menos. Son tímidos, pero a pesar de la barrera idiomática se esfuerzan por ir aprendiendo español. Cada vez voy más. Agua con gas. Coca-Cola. Huevos. Plátanos.
Ayer bajé corriendo en pijama a las once de la noche ( Yui no tenía galletas para el recreo de hoy); en pijama y con una especie de chaqueta-abrigo de lana, muy bonito, y con el que parece que voy a Desembarco del Rey, en vez de a una tienda en cualquier esquina de Las Palmas de Gran Canaria. No me vieron entrar y eso que el abrigo me hace el triple. Y mientras yo escogía las galletas, ella, detrás de su pequeño mostrador, con una tableta en la mano cantaba, a todo volumen, una canción mientras iba leyendo la letra en el dispositivo. Una canción en chino, con una voz preciosa y con toda la emoción ( el volumen) y las ganas del mundo. Cantaba allí, a las once de la noche, sonriendo, en una pequeña tienda, muy lejos de su país. Cuando me acerqué a pagar, se quedó cortada. Le dije que cantaba muy bonito. Estaba roja, se reía nerviosa y queriendo decirme algo dijo «muy bonito» llevándose las manos a su ropa para indicarme que mi ropa era muy bonita. Se refería al abrigo. Pero yo le dije que era un pijama, refiriéndome al que llevaba puesto. Que el abrigo no, pero que el resto sí. «¿Un pijama?» – se rió, entre asombrada y aliviada: ella cantaba a gritos y yo iba en pijama. «No importa, no importa pijama», dijo en su español recién aprendido. Y no, no importa que cantes y tan bonito. Y tampoco importa que yo baje a comprar en pijama, como tantas veces lo hice a la tienda de Javi, que me decía: nadie sabe llevar un pijama en la calle tan bien como tú-y se reía- bueno Guada, en realidad, es que eres la única del barrio que viene en pijama.
Sigo haciéndolo Javi. Sigo bajando en pijama. El barrio sigue igual. Y hay dos chinos debajo de mi casa. Ella y él.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *



El contenido de los comentarios a los blogs también es responsabilidad de la persona que los envía. Por todo ello, no podemos garantizar de ninguna manera la exactitud o verosimilitud de los mensajes enviados.

En los comentarios a los blogs no se permite el envío de mensajes de contenido sexista, racista, o que impliquen cualquier otro tipo de discriminación. Tampoco se permitirán mensajes difamatorios, ofensivos, ya sea en palabra o forma, que afecten a la vida privada de otras personas, que supongan amenazas, o cuyos contenidos impliquen la violación de cualquier ley española. Esto incluye los mensajes con contenidos protegidos por derechos de autor, a no ser que la persona que envía el mensaje sea la propietaria de dichos derechos.