«Esta es la historia real de un grupo de gallinas que han revolucionado el corral a base de ingenio, innovación y buen gusto. Gallinas que campan a sus anchas y que aprovechan su libertad para crear huevos asombrosos. No se conforman con hacer lo de siempre, para eso ya están todas las demás. A ellas lo que les apasiona es dejar a la gente con la boca abierta».
Así es Koroko. Una empresa donde la libertad y la creatividad se unen para convertir algo tan simple como un huevo, en un exquisito manjar.
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Impresiona acceder a sesenta millones de direcciones con tan solo realizar la búsqueda de huevo+receta. Pero impresiona aún más saber que dentro de las mismas no dejaremos de ver, como es obvio, huevos.
Huevos de gallina, de codorniz, de avestruz y hasta de pato. Combinados en millares de recetas que van desde los tradicionales huevos rotos con jamón hasta los ya exóticos huevos centenarios. Y no, cuando digo huevos centenarios me refiero a huevos con más de cien años «a sus cáscaras», sino a un tipo huevo fermentado cuanto menos extraño en la cocina china.
Sin embargo, no le valió a Cayetano Belso con hacer y rehacer gran parte de estas recetas, poniendo eso sí especial atención a la de huevos con trufas que su madre solía hacer, que se propuso, hace dos años, crear nuevos huevos, ¡Cómo es posible!
Lo cierto es que nuestro protagonista no tiene a su disposición una impresora 3D de alimentos más avanzada que la comentada en entradas anteriores capaz realizar hitos biológicos. Simplemente ha sabido aprovechar una carácteristica tecnológica de los huevos, su porosidad.
¿Y qué ha hecho con estos poros? ¡Pues transferir sabores a los huevos! Huevos con sabor a serrano, a ajo, a queso azul y cómo no, a su querida trufa. Pero ojo, que a buen seguro no serán los únicos. Cayetano ya tiene en mente producir huevos con sabores a bacon, wasabi y a chocolate, ¡Para ahorrarte las calorías que suponen en tu plato!
Este joven empresario alicantino mantiene en secreto la técnica que ha desarrollado, aunque incide en que todo es natural. Por si fuera poco, el sabor no es el único valor añadido de estos novedosos productos. Y es que estos no solo proceden de gallinas camperas, sino que además vienen en envases de cartón que cuentan con el certificado del Consejo de Administración Forestal (que acredita que la pulpa de cartón procede de bosques controlados). En definitiva, ha reinventado y puesto valor a un superalimento percibido y obviado desde siempre por su sabor discreto.
Su idea no empezó a germinar hasta que terminó la universidad, cuando termino su trabajo de fin de grado y entró en una aceleradora de empresas, Lanzadera (de Juan Roig, dueño de Mercadona). En ella invirtió recursos para desarrollarla y comenzó a distribuir en el canal HORECA (HOteles, REstaurantes y CAfés) con éxito. Al siguiente año, Cayetano cambió de aceleradora (esta vez a KM ZERO) y rediseñó su marca, buscando en este caso ampliar su negocio hasta los supermercados.
En enero logró su objetivo cuando empezó a trabajar con Carrefour, y en esta última semana, a raíz de su irrupción mediática, reconoce que le han llegado más de 100 mails pidiendo información para vender su producto, ¡Y normal! Ser la primera startup del mundo dedicada a la producción y venta de huevos frescos de sabores no debe ser tarea sencilla.
No sé tú, ¡Pero yo estoy deseando que lleguen a los líneales de venta canarios para probar todos y cada uno de los sabores disponibles!
Fuente: https://bit.ly/2Gu9aQq
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