Marzo el apurado
Hay una vieja muletilla que dice de alguien que viene más «apurao» que marzo, porque tiene que recuperar el tiempo de un febrero gandul que sólo tiene 28 días. Y también se habla popularmente de febrerillo loco, referido al tiempo meteorológico, que también reza que «en febrero, un día malo y otro bueno».
Y si febrero es loco, este año se ha lucido y cumplido con exceso su fama. En cuanto al tiempo meteorológico nos ha dado de todo: nieve, lluvia, viento, calima, temporales marinos, heladas y hasta calor algunos días. Y lo ha hecho a la tremenda, sembrando destrucción allá por donde pasaba. No recuerdo un mes tan atorrante como el que acaba de irse, hasta al punto de que ahora las tormentas atlánticas se convierten en ciclones y arrasan la costa francesa del Golfo de Vizcaya.
Pero viene marzo, ya está aquí, «apurao» como decían antes, y esperamos de él justamente lo contrario: sosiego. Si a todo esto le añadimos el terremoto de Chile y el tsunami posterior, el de Argentina y las burradas que se siguen haciendo de una y otra parte en Irak y Afganistán, pedimos a marzo tranquilidad en todos los sentidos, y es paradoja porque es el mes de Marte, el dios de la violencia y la guerra. Ya le pronosticaron a Julio César: «Cuídate de los idus de marzo». Esperemos que este marzo se porte bien y deje de una vez por todas a febrero del 2010 como lo que fue, un mes horrible.