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Por mucho que llueva, hoy es un azul 14 de abril

Cada fecha significa algo distinto para cada persona.
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Para mí el 14 de abril es una canción azul
que se alarga como un gozoso amanecer de terciopelo.
Por eso levanto mi copa y brindo con quien hace conmigo el camino
sobre unas azules merceditas de ante con tachuelas.
¡SALUD Y VIDA!

Por supuesto que no me he olvidado de La República, pero más del siglo XXI, como este himno a ritmo de Rock.

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Martes y trece en el Vaticano

Como aquella sangrienta Noche de San Bartolomé en Francia, en la que por orden de Roma fueron pasados a cuchillo más de setenta mil hugonotes (que fue un martes 13, pues el santoral era distinto y de ahí le viene la mala fama a la fecha), o la no menos violenta Cruzada Albigense, me temo una reacción disparatada de La Curia ante lo que consideran una operación de desprestigio contra La Iglesia a consecuencia de los casos de pederastia en su seno. Menuda carajera la que se la ha montado, y Ratzinger galopa manos a las bridas, manos al sombrero, porque las bofetadas vienes de todas partes.
_MG_6972.jpgSon los británicos los que más duro pegan, hasta el punto de que hay quienes piden que el Papa sea detenido en septiembre, como hicieron con Pinochet, cuando pise suelo británico, bajo la acusación de crímenes contra la Humanidad. Qué fuerte. Argumentan que el Papa no tiene inmunidad diplomática porque la creación del Estado Vaticano fue un apaño entre Pío XI y Mussolini sin reconocimiento internacional. Dicen que se le da trato de Jefe de Estado sólo por cortesía. Como no sé una palabra de Derecho Internacional, desconozco si esos argumentos son ciertos, pero todo esto da idea del calibre la tangana, hasta el punto de que ya empieza a rumorearse que el entorno de Benedicto XVI está tomando en consideración la idea de que el Papa dimita, que sería algo nunca visto en muchos siglos, y en Los Países Bajos empiezan a hacer comparaciones con el tiempo de Alejandro VI, el Papa Borgia, español por cierto.
En España -como en todas partes- estas cosas se han denunciado y se han ocultado, y hace unos años hubo un caso muy sonado en la archidiócesis de Madrid. Tiraron de la manta unos catequistas coherentes y Rouco Varela ejerció sobre ellos todo su poder, aunque al final los medios de comunicación consiguieron que los responsables fueran puestos ante los tribunales. Pedro Almodóvar denunció esas prácticas en su película La mala educación, y la «gente de orden» le dio más palos que a un burro majadero.
Menos mal que los mayores embates provienen de Gran Bretaña, Estados Unidos, Alemania -patria del pontífice- y de la muy católica Irlanda, porque eso exculpa a España de esa persecución que comparan con la de Diocleciano. Por esta vez, Zapatero no tiene la culpa de algo, aunque al final ya verán cómo lo enredarán todo y también aparecerá como el gran instigador. Al tiempo.

P/D: Me dice el barbero mientras me recorta la patilla:
-¿Se ha fijado? El juez Garzón fue quien ordenó la detención de Pinochet en Londres.
¿Qué habrá querido decir? Estos barberos filósofos me confunden.

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La dolorida Polonia

Yo creo que en Europa Oriental hay una capacidad de endiosamiento tremenda, y quienes ocupan cargos públicos acaban creyendo que son enviados del Destino. Lo más terrible es que también lo creen los ciudadanos, y los presidentes de esos países viven rodeados de una pátina de intocabilidad. Esto se ve claramente en Rusia, en Serbia, en Ucrania y, por supuesto, en Polonia.
aa180px-Herb_Polski.svg[1].pngEsa «superioridad» amilana a todo su entorno, y pienso que también creen que, además de intocables, son invulnerables. En pocos años varios presidentes y primeros ministros de países de Europa Oriental han muerto en accidentes aéreos. Debe ser que se piensa que los aviones vuelan por empuje del aura del líder. El caso es que, entre aviones con mal mantenimiento y pilotos atenazados por las exigencias de sus endiosados viajeros, los aviones se van al suelo con una más que mosqueante frecuencia.
Polonia es un país que ha sido colocado en el mapa precisamente en un cruce de caminos de ambiciones expansionistas unas veces de Suecia o Dinamarca, y las más de Austria-Hungría, Chequia, Ucrania, Alemania o Rusia. Por ello ha sufrido mucho y sus fronteras han sido un acordeón. Desde que tuvo conciencia de nación se aferró al catolicismo como elemento diferenciador de los ortodoxos rusos, los protestantes escandinavos y los luteranos alemanes, y tiene por ello también una cultura muy profunda y a la vez mestiza. Polonia, cuna de legendarios reyes en Cracovia y en Varsovia, ahora se quedan sin presidente, y parece que ese sufrimiento no acaba de irse.