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Hoy es el día

Sé que la final de la Copa del Mundo es sólo un partido de fútbol, pero la moral colectiva necesita de estas inyecciones que tienen que ver con el espíritu de tribu. Cuentan que las legiones romanas en la Guerra de Las Galias aumentaban su eficacia militar cuando veían a Julio César al frente de las tropas, al que distinguían porque lucía una llamativa capa roja. arrojaa.JPGEsa puede ser la metáfora de la identificación con una colectividad, y España en estos momentos está muy necesitada de un estímulo así. El deporte español vive un gran momento desde hace unos años, y aunque son buenos los triunfos grandiosos de Gasol, Contador, Nadal o Lorenzo, la gente se identifica más con el trabajo colectivo, y si se trata de un equipo de un deporte tan popular como el fútbol, mejor. Yo creo que los jugadores de España no se hacen una idea de la enorme responsabilidad que tienen al representar a un país, y lo que significaría su victoria como estímulo. Y es bueno que ahora mismo no lo sepan, porque esa responsabilidad les agarrotaría los músculos. Independientemente de si te gusta o no el fútbol, hoy es un día importante, y ojalá esa brisa de aire que debe empujar nuestras velas sople esta noche desde Johanesburgo. Jugar la final es muy importante, ganarla es el objetivo. No es baladí que la capa de Julio César también fuese roja.

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Verano mediterráneo

asantorini[1].jpgQuienes navegan por la red conocerán esta versión escénica y musical de Zorba, el tema que Theodorakis compuso para aquella inolvidable película. Es en Verona, al aire libre y es la esencia del mediterráneo y un trasmutación de la cultura helenística que ha dado alma a todo Occidente. Otros no, pero en cualquier caso, aquí les dejo este enlace para que lo disfruten.
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Y AHORA LES ENLAZO CON UN INTERESANTE ENCUENTRO DE POETAS EN MÉXICO CON PARTICIPACIÓN CANARIA.
Crítica del XIV Encuentro Internacional de Poetas en Zamora (Michoacán México) junio 2010.pdf

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Creencias, supersticiones y manías

Las creencias religiosas son sagradas siempre que no sean obligatorias. Cada cual tiene derecho a su credo. Otra cosa es que eso determine imposiciones a otros, como ocurre con el velo islámico, quiera o no la mujer, o la obligatoriedad de acudir a los cultos católicos que había durante el franquismo, so pena de perder hasta el puesto de trabajo. Es más, para ser profesor, un párroco debía certificar que alguien era católico practicante.
ahgfdsa.JPGEso, por suerte, es agua pasada en España, pero vemos cada día cómo, además de las creencias religiosas, existen otras, que generalmente llamamos supersticiones. Cosas del lenguaje. Y lo mismo que hemos visto a futbolistas rezar o santiguarse antes de empezar un partido o cuando meten un gol, también hemos sabido de sus manías y las de sus entrenadores: que si llevan al banquillo determinada camisa (que lavarán constantemente, supongo), que si entran en el campo pisando con el pie derecho, que si ese día no se afeitan… Lo de las predicciones del pulpo Paul ya es de coña.
Es posible que fallen si no hacen eso, pero no por los poderes de su creencia, sino porque psicológicamente se sienten desprotegidos. La última (esta es al revés) consiste en evitar que Mike Jeager apoye a un equipo, porque por lo visto ha declarado sus preferencias sobre cuatro de ellos, asistiendo a los partidos, y siempre han perdido. Si la causa de esas derrotas fue la presencia y el apoyo de Jeager es empíricamente indemostrable, pero ya saben que las supersticiones carecen de lógica porque se trata de buscar una luz en nuestra supina ignorancia humana.