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El odio engendrador

«La sangre engendra sangre como el perro engendra el perro» dice una página de un libro que es sagrado para tres religiones, porque Jesucristo no es sólo un referente cristiano, también es un profeta para judíos y musulmanes, y al final coinciden todos los que defienden que la guerra nunca es la solución, desde Gandhi a Luther King, desde Monseñor Romero al propio Cristo, valedores de la palabra que fueron abatidos por ese odio engendrado que todo lo alcanza.
blog.JPGNo hay palabras en los diccionarios de ninguna lengua para nombrar lo que está sucediendo en Gaza. No quiero entrar en si fue primero el huevo o la gallina, sólo creo que la palabra, engendradora de pensamiento, podrá poner cordura en tanto desvarío. Y hay posiciones diversas, matices distintos, sea en medios locales, estatales o extranjeros. Al final, son las palabras, el odio nunca ganará ninguna guerra, y menos la de la paz.

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Carta imposible

Hace mucho tiempo que dejé de creer en los Reyes Magos, y si lo pienso bien me parece que siempre supe quiénes era. Tal vez por eso no tengo mucho apego a la monarquía, y tampoco a las sibilas, adivinadoras y chamanes, porque tampoco está claro que los tres que venían de Oriente hacia el portal fuesen reyes de un reino o magos de vaya usted a saber que tendencia.
durero.jpgEncima hay investigadores que aseguran que en realidad eran cuatro, pero que uno se perdió, con lo cual la estrella de Belén parece menos fiable que el GPS.
Y aunque no creo en ellos, quiero creer, porque si no ya no sé a quién pedir que ponga su mano para acabar con tanto disparate. La invasión de la franja de Gaza es algo que terrible, y no entiendo quién gana con tanta sangre, y qué gana. Si de verdad existen los Reyes Magos, yo quiero una señal, y esta es que pare ya tanta crueldad inhumana. Tampoco me entra en la cabeza que ni Estados Unidos, ni la UE ni la ONU sean capaces de parar la guerra. O sí lo entiendo, pero preferiría no comprender porque de lo contrario sentiría vergüenza.
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(El cuadro es la Adoración de los Reyes Magos, cuyo autor es Alberto Durero)

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Sesenta años después

Fue en aquel año 1948, el mismo en el que, paradójicamente Gandhi fue asesinado, cuando nació la Declaración Universal de los derechos Humanos. Y fue un 10 de diciembre, tal día como mañana, que es también el día que se entraga el Premio Nobel y en España la salida del mayor puente del año.
paloma.jpgHay que pensar que, mucho antes de esta declaración hubo otras que cambiaron la concepción del mundo, tales como la que redactó Thomas Jefferson y que luego fue asumida casi literalmente por la Revolución Francesa. Hablar de la conculcación de los derechos fundamentales de los seres humanos en nuestro planeta sería interminable, y casi resulta irónico que siga celebrándose con lo que está ocurriendo en Afganistán, Irán, Guantánamo, Dafour, El Sahara, Somalia, Georgia, Zaire, Chad… Aquí mismo. En realidad todos somo culpables porque ya sabemos que a menudo el silencio es el cómplice indispensable para que siga la barbarie.
Por eso no debemos callar.