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Nostalgia bajo los palos

zz0102080147[1].jpgLa muerte del ex portero de la selección uruguaya Ladislao Mazurkiewicz hace que la nostalgia encuentre una rendija en la memoria del Mundial de México en 1970, que tan brillantemente ganó aquel mágico Brasil de Gerson, Jasirzinho, Tostao, Rivelino y cómo no O Rey Pelé. No habia televisión en directo en Canarias, y los partidos se veían al día siguiente (en blanco y negro, por supuesto). Aquel es el primer Mundial del que entendí el mecanismo de la competición, aunque antes supe del de Inglaterra y, ya en la nebulosa, del de Chile. El jugador más admirado por la muchachada era sin duda Pelé, aunque también tenían muchos seguidores los italianos Mazzola y Riva. Pero a pesar de tanto artista del balón con los pies, la memoria de ese Mundial es la de dos porteros: Lev Yashin y Ladislao Mazurkiewicz. El primero, porque se sabía que era su última gran competición, ya que el ruso se retiró en 1971, pero dejó clara su categoría hasta el punto de que fue elegido por la FIFA mejor guardameta del siglo XX. En México destacó Ladislao Mazurkiewicz, que fue designado mejor portero de ese Mundial, y era tan bueno que el legendario Yashin le regaló sus guantes y dijo entonces que era su sucesor, aunque para entonces el uruguayo ya había ganado alguna Copa de América. Al leer la noticia de su muerte, me he visto por un momento en aquellos años, y recuerdo lo orgullosos que estábamos porque, retirado Yashin, el mejor portero del mundo hablaba español. Eran tiempos en que nos conformábamos con poco, aunque en España nunca hemos andado mal de porteros (Zamora, Ramallets, Iríbar, Arconada, Casillas…)

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La pornografía del fútbol de élite


zPIE BALON[1].JPGCuando en España hay casi seis millones de desempleados, cuando se reducen las prestaciones en Sanidad, se mutila la Educación y se recorta en servicios sociales; cuando miles de personas se ven en la calle porque les han quitado la casa, cuando las colas en los comedores sociales son cada vez más largas, el baile de millones entre las estrellas del fútbol nos hace sonrojar. Los cantantes han tenido que bajar su caché, los actores sobreviven como pueden, los escritores que tienen la fortuna de vivir de lo que escriben han visto mermadas sus entradas, los pintores y escultores abaratan su obra para poder seguir adelante. Todo el mundo soporta y colabora en el reajuste de esta sociedad, mientras que las grandes estrellas del balompié siguen discutiendo por millones aquí y allá. Ahora se dice que Cristiano Ronaldo quiere un contrato mejor con el Real Madrid. Cobra unos 10 millones anuales libres de impuestos, lo que supone al club millón y medio más porque paga su 15% a Hacienda. Si le renuevan el contrato a 15 millones como parece que pide, entra la nueva ley sobre impuestos a extranjeros y pagaría el 45%, con lo que entre una cosa y otra el Real Madrid tendría que desembolsar el doble que ahora. Y la gracia es que se lo piensan, y hasta hay periodistas que defienden esa operación porque el muchacho por lo visto patea el balón muy bien y cobra menos que Messi. Ese es otro, que con su carita de niño humilde y modosito baila en millones. Y sucede sencillamente porque se los pagan, y siempre hay dinero para eso. No me digan ustedes que hablar de esas cifras escandalosas en estos tiempos no es pornografía.

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Vamos por buen camino

zvFoto0516.JPGPues nada, ya hemos entrado en la ruta conveniente, porque hay signos cósmicos que así lo anuncian. Cuanto peor nos iba la economía, mejor se nos daba el deporte, y hablo en plural porque el deporte desata el sentimiento de tribu, y parecía que las canastas, los goles y las medallas eran cosa de todos. Antes, cuando no se ganaba, la gente vivía mejor, y es curioso porque se suele decir que el deporte de élite es la guinda de las sociedades que progresan. Pero está claro que España es diferente, y me tranquiliza que Nadal ya no sea el número 1, que a Gasol lo dejen en el banquillo, que Fernando Alonso no gane el Mundial de Fórmula 1 y que tanto los del tenis de la Copa Davis como los del Mundial de Fútbol sala hayan perdido sendas finales. Ha sido por poco, como antes, cuando Arconada fallaba, cuando un árbitro cegato nos echó del Mundial de Corea o cuando se perdían las finales de Champion en los penaltys. Habrá que ver cómo le va a Contador en el próximo Tour. Ahora la cosa pinta bien, porque hasta el Barça ha perdido con el Celtic, algo impensable hace un par de años. A la UD Las Palmas empieza a irle mejor, y es que el equipillo siempre ha ido contracorriente. Esa es otra señal, aunque me preocupa que el Club Baloncesto Gran Canaria lo está ganando todo, y se corre el peligro de que Iniesta o Casillas ganen el Balón de Oro y que en el 2014 levanten otro mundial en el Maracaná. ¿Por qué España no puede ser normal, y ser parejos en triunfos y en economía, pero por arriba? Es que aquí cuando se trata de jugar ganamos todos, y si no la culpa es de otro, hasta el punto de que por lo visto nadie ha perdido en las elecciones catalanas.