Música, maestro, paren la guerra
El alto el fuego precario que se ha acordado en Siria me trae a la memoria uno de los episodios más curiosos alrededor de la inutilidad de la guerra y la fuerza de la música. Hay un libro de la ensayista catalana Rosa Sala Rose que analiza los orígenes de la canción Lili Marleen, un fenómeno muy curioso, que se convirtió en mito para las tropas alemanas y luego incluso para las aliadas, que escuchaban en las trincheras heladas una canción que hablaba de la despedida de una pareja en la puerta de un cuartel cuando él se iba a la guerra. Servía para los alemanes, pero cuando los soldados aliados la escuchaban desde sus posiciones sentían la misma emoción que los alemanes. Continuar leyendo «Música, maestro, paren la guerra»