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Yma Súmac

Yma.jpgAl saber de la muerte de Yma Súmac a los 86 años, me vuelven a la memoria los años setenta, en los que un amigo, que se dejó la vida prematuramente en una carretera de Fuerteventura, me enseñó uno de los discos de la cantante peruana. Aprendí mucho con aquel joven (murió a los 29 años) sobre América Latina y sobre la música, cualquier tipo de música, pues lo mismo rasgueaba un charango que un xicus o la endiablada quena andina, una supuesta flauta que ni siquiera tiene pito.
El asombro ante la cantante Yma Súmac era su voz. Ya sé que hay cantantes que tienen una voz magnífica, pero generalmente cada cual en su tesitura. Se habla de la versatilidad de María Callas porque, lo mismo bordaba una Carmen, que es para mezzo, que fascinaba con cualquier personaje escrito para tesitura de soprano. Siempre se ha considerado algo extraordinario que una voz abarque dos octavas y media. Pero lo de Yma Súmac era un prodigio de la naturaleza, puesto que su voz se paseaba por cinco octavas, algo que nunca ha sido conocido antes de ella y tampoco se ha conocido después. Pasaba de agudos de flauta a graves de contrabajo en segundos, y siempre fue cantante de culto. Decía proceder del Inca Atahualpa y la verdad es que se comportaba como una diva, hasta el punto de decir en una entrevista que nadie podía competir con ella. Y era cierto, por ese don que tenía en la garganta, pero no queda muy elegante que uno lo diga de sí mismo. Y esa mujer prodigiosa acaba de dejarnos, pero la técnica nos permite seguir asombrándonos con su voz

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Vattimo

aZ.jpgUn amable comunicante me sugirió ayer que dedicase uno de estos comentarios a Gianni Vattimo, filósofo italiano en la órbita de las universidades americanas y padre de lo que se ha dado en llamar «Pensamiento débil».
Más que entrar al trapo, echo balones fuera, porque conozco un par de libros de Vattimo y, francamente, salvo haber sido uno de los acuñadores de la postmodernidad, poco más allá puedo ir, porque se mueve entre bastiones muy fuertes, del tamaño de Nietzsche, Heidegger y Orwell, una veces para explicarlos, otras para epigonarlos y las más para contradecirlos, casi siempre con argumentos que, a mi modo de ver, no son demasiado consistentes. Parte de la idea de la no existencia de Dios, pero luego se echa en brazos de la filosofía cristiana (lo cual puede no ser una contradicción aunque a primera vista lo parezca).
Como se ve, para entrar en este tema en profundidad hay que ser un especialista, y es evidente que sólo soy un diletante que simplemente lee e interpreta, pero sin escuela, rigor ni línea académica. En cualquier caso, tengo que decir que no acabo de fiarme de intelectuales como Fukuyama, Chomsky y el propio Vattimo, que al amparo del dinero de las fundaciones norteamericanas llevan años anunciando «el fin de la historia». Es como creer en Cioran, predicador impenitente del suicidio, que murió de viejo a los 86 años. Aquí queda el espacio para quien quiera entrar, porque como dijo aquel, yo soy el carpintero y sólo estoy arreglando el confesionario.

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Ya estamos otra vez

vvvv.jpgDe nuevo surge el debate estéril -otro más- en Canarias. Como en el congreso de CC se arpbó lo de la nación canaria, el PP ha tardado nada en saltarles al cuello. Y es que hay palabras que las carga el diablo, porque ni siquiera los más sofisticados diccionarios se ponen de acuerdo en la diferencia o la similitud de los términos que se refieren a una comunidad, un territorio, una cultura. Veamos algunas entradas del diccionario de la RAE:
Nación. Conjunto de los habitantes de un país regido por el mismo gobierno. Territorio de ese país. Conjunto de personas de un mismo origen (¿canarios del mismo origen?) y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común.
Región. Porción de territorio determinada por caracteres étnicos o circunstancias especiales de clima, producción, topografía, administración, gobierno, etc. Cada una de las grandes divisiones territoriales de una nación, definida por características geográficas e histórico-sociales, y que puede dividirse a su vez en provincias, departamentos, etc. (Ya empiezo a no aclararme).
Estado. En el régimen federal, porción de territorio cuyos habitantes se rigen por leyes propias, aunque estén sometidos en ciertos asuntos a las decisiones de un gobierno común. (Esto parecen tenerlo más claro Ibarretxe y Montilla).
Territorio. Porción de la superficie terrestre perteneciente a una nación, región, provincia, etc. (?)
Pueblo. Conjunto de personas de un lugar, región o país (todos, supongo). País con gobierno independiente (ahí ya no me rindo).
En conclusión, que mientras sigamos discutiendo si son galgos o podencos, haya guerras fratricidas en todos los partidos y no haya un objetivo común DE INTERÉS GENERAL NO PARTIDARIO, el perrazo de la crisis nos seguirá dando chabascadas (¿han visto?, una palabra canaria, y no está en el diccionario de la RAE)
(¿Por qué esa foto? ¿Y por qué no? Si aquí el paro galopa y se debate sobre los anillos de Saturno, yo puedo hablar de una cosa en el blog y poner una foto sin sentido… Desde ese punto de vista, la foto se acomoda al comentario, no tienen relación alguna. Y no me negarán que estos dos hacen muy buena pareja. Dan más en pantalla que Soria y López Aguilar…)