Donde vivir es delito
Leo en un despacho de agencia que la UE apoya una propuesta para que la Asamblea General de la ONU apruebe la despenalización de la homoxesualidad en todo el planeta. La relevancia de esta noticia, cuyo contenido puede parecernos obvio, es que precisamente porque en nuestro ámbito ser gay ya no es un delito (lo fue hasta no hace mucho), tenemos que pensar en las sociedades donde serlo es un baldón que se paga incluso con la muerte.
Por lo tanto, es evidente que estoy totalmente a favor de que esta propuesta salga adelante, aunque sé que la intolerancia seguirá haciendo estragos en lugares donde las costumbres, las religiones y la ignorancia siguen campando a sus anchas y trazando normas que se pretenden morales pero que en el fondo son inhumanas.
Y abundando en el tema, resulta curioso que se arme esta propuesta mientras no tengo noticia de que haya movimientos institucionales mundiales encaminados a despenalizar el adulterio femenino, del que sabemos de año en año cuando algún caso salta a los medios, pero no salen en las noticias las lapidaciones que tienen lugar diariamente en aldeas recónditas que ni siquiera están en el mapa, con tanto GPS y tanta leche. Y si hablamos de ablaciones de clítoris, asesinatos de mujeres por la propia familia (los llaman de honor, qué ironía), crímenes «autorizados» por asuntos de dotes…
Y el problema es que un zapato casi le da a Bush. Hay que joderse.
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ADVERTENCIA: Este enlace lleva a una lapidación real. Hay que ponerlo porque es una denuncia, pero les aseguro que yo sólo aguanté hasta la mitad. Es tremendo.