Aniversarios
Es curioso ver la desigualdad con que son tratados distintos personajes o eventos por las instituciones y los medios de comunicación cuando se cumplen fechas redondas referidas a su nacimiento o su muerte.
En las últimas décadas hemos tenido dos celebraciones anuales de Mozart, una por el nacimiento y otra por la muerte, un año en el que Federico García Lorca estuvo hasta en la sopa, celebraciones de Chaplin, Picasso o Neruda, y otro en el que a don Quijote sólo le faltó ser entrevistado por Iñaki Gabilondo. También nos atiborraron a celebraciones cuando la novela Cien años de soledad cumplió 40 años. Y en Canarias hemos tenido años recordatorios de Galdós, de Alonso Quesada y creo recordar que de Pedro García Cabrera.
Y sorprende que, cuando llegan centenarios o fechas parecidas de otras figuras de similar tamaño, pasen de puntillas y casi ni se note en los medios. Este año está ocurriendo con el centenario de la muerte del gran compositor Rimski-Kórsakov o con el cincuentenario del poeta Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel de Literatura, o del Papa Pío XII, el último antes del gran cambio que supuso el Concilio Vaticano II. Y poco suenan los centenarios cumplidos este año por Atahualpa Yupanqui, Simone de Beauvoir, Salvador Allende, Cartier-Bressons y una pléyade de actrices a cuál mejor: Carole Lombard, Bette Davis, Joan Crawford, Anna Magnani… A lo mejor también es cuestión de suerte.