Publicado el

Diccionario de la crisis

Para que no nos liemos, conviene saber cómo define la Real Academia Española cada una de las palabras que tan alegremente usan los políticos:
Recesión.
(Del lat. recessĭo, -ōnis).
obelisco.jpg1. f. Acción y efecto de retirarse o retroceder.
2. f. Econ. Depresión de las actividades económicas en general que tiende a ser pasajera.
Crisis.
(Del lat. crisis, y este del gr. κρίσις).
1. f. Cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el paciente.
2. f. Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales.
3. f. Situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese.
4. f. Momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes.
5. f. Juicio que se hace de algo después de haberlo examinado cuidadosamente.
6. f. Escasez, carestía.
7. f. Situación dificultosa o complicada.
Desaceleración.
1. f. Acción y efecto de desacelerar.
Desacelerar.
(De des- y acelerar).
1. tr. Disminuir la velocidad. U. t. c. intr.
Deflación.
(Del fr. déflation, y este del ingl. deflation).
1. f. Econ. Descenso del nivel de precios debido, generalmente, a una fase de depresión económica o a otras causas.
Inflación.
(Del lat. inflatĭo, -ōnis).
1. f. Acción y efecto de inflar.
2. f. Engreimiento y vanidad.
3. f. Abundancia excesiva.
4. f. Econ. Elevación notable del nivel de precios con efectos desfavorables para la economía de un país.

Publicado el

Grandes frases

111.JPGSiempre nos han dicho que los grandes personajes de la historia han dicho frases certeras en su lecho de muerte. Alguna vez habrá pasado, pero no creo yo que alguien que agoniza tenga tino para hilvanar una sentencia universal.
Por el contrario, se entresacan de las obras y las vidas frases célebres que cada uno aplica a su antojo, y está al caso de Oscar Wilde al que le han adjudicado centenares, que luego no están en ninguno de sus escritos y no hay documentación de que las dijera de viva voz. Ahora, lo que se lleva son las frases mediáticas, y desde luego la palma se la llevan el «¿Por qué no te callas?» del Rey Juan Carlos a Hugo Chávez, la procacidad de Fernán-Gómez en una presentación («¡Vaya usted a la Mierda!») o el cabreo de Paco Umbral con Mercedes Milá porque no le había dejado tiempo de hablar de su libro. También depende de quien diga o respalde la frase, pues se cita mucho el «Hay gente pa tó» que parece que dijo el torero Juan Belmonte. Yo no sé dónde está la profundidad de estas palabras, pero están respaldadas nada menos que por Ortega y Gasset. Si Ortega llega citar a cualquier futbolista que dice «el fútbol es así», hoy estaríamos repitiendo la cita.
Y eso que no quiero extenderme en las tonterías que se popularizan en boca de Grandes Hermanos, chicas sin oficio conocido y menestrales varios. La última es: «¿Cómo te quedas? ¡Muerta!» por no hablar de título de la novela de Javier Sardá.

Publicado el

Memoria y respeto

Alejado en los pasados días de la posibilidad técnica de escribir en este blog, quiero ahora y antes que nada expresar mi sentimiento de solidaridad con los familiares de las víctimas del aeropuerto de Barajas, mi deseo de un pronto restablecimiento de los heridos y mi estupor ante una de las mayores tragedias de la historia de Canarias, y especialmente de Gran Canaria.
A lo que sí he tenido acceso es a la televisión, y tengo que decir que el tratamiento repetitivo y morboso que se ha dado a la catástrofe ha sido lamentable, con parámetros más propios de la televisión basura. No quiero entrar en detalles pero este enfoque sensacionalista y carroñero no ayuda a mitigar el dolor, y en algunos casos es una inadmisible falta de respeto.
Ya habrá tiempo de burocracias, investigaciones y políticas. Ahora es el duelo.
El 20 de agosto quedará para la historia triste de Canarias y en este momento lo que toca es acompañar el dolor de los familiares.
Un abrazo a todos.