Sobre los blogs y los blogueros
Al principio, Internet era un mundo aparte, minoritario y casi una secta para iniciados. Luego se ha ido generalizando y es un soporte más, un medio de comunicación tan libre que tiene todas las ventajas y los inconvenientes de lo libérrimo: en lo positivo, que es el medio donde hay mayor libertad de expresión, en lo negativo, que esa misma libertad de expresión lo convierte en un mecanismo perverso cuando se utiliza ladinamente. Por una parte puede ser vehículo de la verdad más descarnada y sin poder que la manipule, por otra, puede hacer que parezca verdad algo que no lo es, porque al no tener controles sobre el emisor este puede decir que el Sol sale por el oeste y puede hacer picar a alguien crédulo.
Los blogs son una de las vías de expresión de Internet, pero no todos los blogs son lo que aparentan. En principio un blog es un espacio intercativo, que suele estar enclavado en la dinámica de cambio de información y expansión de otras informaciones con las que se enlazan. Luego están los blogs personales, que en algunos casos son una especie de diario, en otros un púlpito de opiniones y en otros, sobre todo si se trata de escritores, en una columna de opinión sobre lo divino y lo humano, cuando no en un espacio para dar a conocer parte de la obra, sobre todo relatos cortos o poemas.
Este blog -que en esencia no lo es- se enclava en el columnismo la mayor parte de los días. Se opina sobre lo que pasa, y en otras ocasiones rememora hechos y personajes, como en una hoja de periódico. De vez en cuando se hace una concesión a lo personal, pero pocas, porque el que lleva décadas enganchado a la escritura en los periódicos, vuelve a lo suyo, la cabra tira al monte. Por eso tal vez hay tanta desproporción entre los que lo leen y los que escriben sus comentarios en él, y es que seguramente no son blogueros al uso, sino lectores de prensa que ahora lo hacen en otro soporte.