Publicado el

El pensamiento de grupo

zcasab.JPGVivimos un tiempo en el que lo políticamente correcto se convierte con frecuencia en una especie de perversión de la expresión del pensamiento. Hay que ir con pies de plomo cuando se habla de determinados temas, pues se corre el riesgo de se coja el rábano por las hojas y, sin más reflexión, acusen a cualquiera de racista, xenófobo, machista, homófobo, irresponsable con la salud o como mínimo desconsiderado.
El pensamiento único haría hoy inviables muchas obras artísticas que han marcado nuestra cultura. Hoy, el pensamiento de grupo se echaría encima de novelas como Lolita, por incitación a la pederastia o El túnel, por justificación machista del asesinato, y así con docenas de libros, cuadros o películas, que tratan temas delicados. Cómo será el asunto, que han acusado a Casablanca de machista, porque son los varones de la película los que toman decisiones sobre la elección del futuro de la mujer protagonista. Si hablamos de artículos de prensa, el asunto toma dimensiones que rozan con la libertad de expresión, porque se palpa la autocensura para evitar cualquier acusación.
En lo que no hay límites es en el uso de la violencia y el sexo de consumo, y debiera haberlos porque crean conductas en los menores, que tienen acceso a esos contenido porque ya nadie respeta los horarios. Además, en la publicidad sí que aparece el machismo y todo lo demás, pero como es tan sutil muchas veces se cuela. Es decir, no se pueden hacer determinadas películas o escribir determinados libros que serían aportaciones al debate, pero sí que se puede hacer un anuncio y se eleva a la categoría de genialidad la exacerbada violencia de las películas de Tarantino.

Publicado el

El tiempo como noticia

Cada verano y cada invierno de los últimos años el tiempo se ha convertido en noticia de primera plana en todos los medios. Que es agosto y en Sevilla pasan de los 40 grados, pues se abre el telediario con un termómetro al lado de la Giralda. Que es diciembre y hay una gran nevada en León, pues lo mismo, y se entrevista a varios viandantes que no recuerdan haber visto nunca tanto frío o tanto calor. Luego se ponen las noticias del fútbol y el noticiario queda redondo.
nieve2.jpgMe ocurrió uno de estos días pasado, con el temporal de nieve en La Península. Abren el noticiario con imágenes nevadas de la catedral de Burgos, hacen varias conexiones calcadas en las que se decía que hacía frío aquí y allá, y luego llenaron los deportes con vueltas a la noria sobre la goleada del Madrid y el hexacampeonato del Barça. Al terminar que quedé igual pues ya sabía hasta el aburrimiento que hacía mucho frío, que el Madrid había metido seis goles dos días antes y que el Barça había ganado otra vez. ¿Para qué entonces los noticiarios? ¿Por qué se emperran tanto en las olas de frío y de calor si son habituales cada invierno y cada verano? ¿Será, como dice Pérez-Reverte, que nos hemos vuelto unos blandos? Debe ser eso, porque yo recuerdo una ola de calor de más de 40 grados en Las Palmas en una fecha concreta en 1976, he ido a las hemerotecas -sólo por comparar- y sólo aparecía en una esquinita dedicada al tiempo, donde debe estar, digo yo. Blandos, que nos hemos vuelto unos blandos.
***
(Ya sé que hoy es 22 de diciembre, pero me niego a hablar del sorteo de Navidad)