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A Dios rogando…

Por lo visto ayer fue un día de oración tan importante que Zapatero se fue a Estados Unidos para rezar junto a Obama. Esta debe ser una oración muy especial, porque no se hace en un templo, santuario o lugar sagrado, sino en el hotel Hilton de Washington, el emblema del lujo, el poder y el dinero. Obama no quiere venir a Europa porque tiene un problema en casa, y Zapatero, que preside España y Europa, de fue a rezar a orillas del Potomac.Tiró del Deuteronomio y dijo: «No explotarás al jornalero pobre y necesitado, ya sea uno de tus compatriotas, o un extranjero», Y eso lo soltó en toda la jeta del la crema del capitalismo. No sé si eso son agallas o suena más bien como ir a provocar al león en su guarida.
zora.JPGLos poderosos, influyentes y amos de casi todo elevan sus plegarias desde un áureo salón enmoquetado, y eso seguro que tiene mejor entrada que si rezaran unos pobres en un inhóspito espacio sin calefacción. Tal vez, quienes hoy se reúnen a desayunar y rezar (es cosa rara porque siempre la oración suele ir acompañada de ayuno) debieran dejar de darse golpes de pecho y actuar por sí mismos. Tienen todo el poder, pueden cambiar el mundo si se lo proponen, pero lo único que hacen es rezar.
Se pide la intervención divina cuando las posibilidades humanas han sido rebasadas, pues el lema de ese desayuno es «rezar como si todo dependiera de Dios y trabajar como si todo dependiera de nosotros». Y en este caso simplemente tienen que actuar en consecuencia. Ellos tienen las respuestas, pero, como siempre, pasan la pelota, y ahora nada menos que a Dios. Al ver tanta hipocresía puesta de largo veo que la Humanidad no tiene solución, porque cuando alguien tiene en su mano la solución lo único que hace es rezar. Dios nos coja confesados.

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Que aguanten otros los residuos nucleares

Vaya por delante que se echa en falta una política decidida encaminada ir aminorando la dependencia del petróleo y las centrales nucleares, pero también es verdad que vivimos en una sociedad exigente en servicios pero muy melindrosa cuando hay que arrimar el hombro. Queremos tener electricidad pero no que haya cerca una central sea del tipo que sea, porque nos molestan los humos o puede haber radiactividad; queremos estar comunicados por móvil en todas partes, pero no queremos una antena frente a nuestra casa; queremos que los delincuentes sean confinados para seguridad de todos, pero nos molesta una cárcel cerca; nos gusta estar comunicados pero no queremos que nos pongan al lado de un aeropuerto.
Y así pasa con todo. Pero creo que hay que elegir. Si derrochamos electricidad de alguna parte hay que sacarla; si queremos móviles bien comunicados tendrán que colocar antenas; si … Bueno, que queremos el beneficio pero no las servidumbres del bienestar. Es posible vivir de otra manera, pero tendremos que hacerlo entre todos, porque ya estoy cansado de que ecologistas de boquilla, con sandalias de piel bovina y pelliza con pelo de conejo, me den lecciones de amor a los animales, mientras se comen una chuleta asada en una barbacoa de carbón.
znuclear.JPGEstá claro que el uranio enriquecido es letal si no se manipula con seguridad, pero no me tranquiliza mucho que no haya centrales nucleares en España cuando hay docenas en Francia y ya quieren instalarlas en el sur de Marruecos. Si hay un accidente, Los Pirineos y el Atlántico no nos van a proteger, porque la radiactividad no conoce las fronteras de los mapas. Pero, eso sí, que haya electricidad para la vitro, la tele, el ipod y el móvil, y que este tenga buena cobertura para poder convocar con mensajes manifestaciones anti-todo.

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Sobre la información de Haití

Tengo que decir ante todo que creo firmemente en la libertad de expresión, y que cada medio tiene su propia perspectiva de un mismo hecho, por lo que es importante y fundamental que haya pluralidad informativa. Es normal y necesario que en la guerra haya corresponsales libres que informen para así conocer lo más aproximado a la verdad, y esto es sin duda un freno para los excesos que siempre se cometen. No en vano, cuando los ejércitos quieren hacer una operación determinada y no les conviene que se sepa todo restringen las corresponsalías y sólo dejan ver lo que les interesa.
zperio.JPGEsto es así, pero cuando se produce una catástrofe natural de las dimensiones de lo ocurrido en Haití, no acabo de entender que cientos de medios desplacen hasta allí a su gente y sus equipos. Cierto es que la información ayuda a conocer la magnitud del desastre, pero también lo es que todos estos periodistas -que por otra parte realizan un trabajo muy meritorio y arriesgado- consumen agua, alimentos, electricidad y gasolina. Todos los medios importantes de España tienen ya en Haití a sus enviados especiales, y supongo que lo mismo ocurrirá con los medios de otros países, lo cual da una cifra enorme de personas, con cámaras que consumen energía, usan coches y aviones y, por supuesto, comen y beben agua.
Digo yo, que, ante la enorme falta de medios de toda clase, poner más carga al burro es contraproducente, y entendería que, bajo el paraguas de la ONU, hubiese varios equipos informando continuamente y que esas señales, fotos y artículos fueran de uso general para cualquier medio de cualquier país. En Haití hace falta de todo, y es bueno que se sepa al minuto, pero tal vez sea un exceso, porque tanto periodista entorpece sin querer el trabajo necesario. No sé si tengo razón, o es un exceso -esta vez por mi parte-, pero siempre que veo estas cosas, sea ahora, sea en el tsunami de 2005, sea en los terremotos de Turquía, Italia o Irán, me viene a la mente la foto del niño somalí moribundo por el que estaba esperando un buitre. No deja de machacarme la idea de que el fotógrafo -que ganó el Pulitzer por esa foto- había comido y estaba a dos metros de distancia. Y digo esto por ser práctico, porque los periodistas trabajan desde la buena fe y la profesionalidad, que es éticamente plausible, al contrario de esos cruceros de lujo que -según informa The Guardiancelebran fiestas en playas haitianas a pocos kilómetros de la tragedia, aunque también sobre eso hay informaciones confusas.