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La belleza de la isla

zpaisa.JPGEl paisaje de Gran Canaria es muy diverso, y sobre todo cambiante a poco que caigan tres gotas. Esta isla tiene una variedad que impresiona al visitante, y desde luego es una isla de gran belleza. Es verdad que se suele relacionar la belleza paisajística con el verdor, pero eso es muy subjetivo, pues ahí tienen a Lanzarote y no me irán a decir que no es hermosa.
Lo malo es cuando se usa el paisaje como elemento chauvinista o, al revés, como dardo envenenado. Es una estupidez. Un viejo escritor catalán decía que el que diga que su tierra es la mejor del mundo es un ignorante, y yo digo que el que dice lo contrario es un imbécil. No existe la mejor tierra del mundo, cada lugar tiene sus peculiaridades, y son tan impresionantes los fiordos noruegos como una fila de duna en mitad del Sahara. La tierra es de muchas formas, y quienes la hacen buena son sus habitantes.

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¿El nuevo Boom?

Está claro que la América de nuestra lengua ha dado excelentes escritores. También lo es que metrópolis como Buenos Aires o Ciudad de México tienen un gran peso cultural, pero resulta que los autores hispanoamericanos no triunfan si no suenan fuerte en Europa. Casi siempre es España, y así fue el trampolín para Rubén Darío, Neruda, Vallejo y algunos más, un cauce que se eclipsó en los años 40 y 50 y que fue sustituido por París (Sábato). Luego vino el Boom, gracias al que se lanzó a una generación de escritores grandiosa, porque había en ella media docena de novelistas de primer orden.
zboom.JPGPero aquello acabó, y la literatura española empezó a mirar hacia su propia creación, pero al filo del cambio de milenio, a los agentes literarios, las editoriales y los críticos les dio por volver a mirar hacia América, y de alguna forma están tratando de vendernos un nuevo Boom de la novela de allá. Los grandes premios españoles están repletos de nombre latinoamericanos en los últimos años, y la verdad, salvo un par de nombres del calibre de Roberto Bolaño, no he visto esa superioridad. Hay mujeres y hombres que escriben y están consagrados, pero, qué quieren, a mí los Jaime Bayly, Angeles Matreta, Roncagliolo y compañía no me parece que lleguen ni siquiera a la altura de Isabel Allende. Hay narrativas muy interesantes, como la nueva novela que ahora se hace en México (Elmer Mendoza), y algún francotirador en Colombia e incluso en Argentina, pero hasta ahí. O sea, que ese nuevo Boom, en mi opinión, es un invento. Y mientras, eclosiones narrativas reales como la que ahora mismo está sucediendo en Canarias no merecen la atención de los aduaneros de los centros de difusión de la cultura, Madrid y Barcelona, para aclarar. Y no exagero, que aquí hay una docena de nombres en la novela y el cuento que están muy por encima de la media de lo que se publica por allá con tanto ringorrango.

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La reforma laboral… en China

Lo de la reforma laboral es un arcano que todo el mundo menciona pero que nadie explica, o al menos no explican lo que significa para cada cual. Ahora dicen que habrá reforma laboral sin cambios estructurales. Le he estado dando vueltas y no consigo visualizar el concepto, porque me suena algo así como la cuadratura del círculo o se me parece a aquella estupidez de imposibles en la que los listillos decían que Dios no es todopoderoso, porque ni siquiera él puede hacer un círculo cuadrado. Vamos, que está en chino mandarín.
<img alt="zDSCN2795.JPG" src="/bardinia/wp-content/uploads/sites/11/anteriores/zDSCN2795.JPG" width="577" height="156" class="aligncenter" style="text-align: center; display: block; margin: 0 auto 20px;" /(En el texto de arriba está perfectamente explicado el concepto. El que no lo entiende es porque no quiere).
Como se ve, se trata de forzar las palabras hasta que no signifiquen gran cosa y por lo tanto no comprometan. Hace dos días, los sindicatos y la patronal salían de la reunión con Zapatero en La Moncloa con una cierta cara de satisfacción, pero no sabemos por qué. A veces pienso que ninguno -empresarios, sindicatos y gobierno- tiene una idea cabal del asunto, y para dar la impresión de que saben por dónde van se han reunido a tomar café y han acordado decir que… bueno… que es el camino indicado… que el diálogo es importante… que…
Lo que me pregunto es cómo sabe Rajoy con certeza de lo que hablaron, pues tardó minutos para ponerse en contra. A lo mejor eso también forma parte del guión. Es decir, seguimos sin saber exactamente en qué consiste esa tan cacareada reforma laboral que parece ser la causa de todos los males y al mismo tiempo la solución a todos los problemas.